El sector del ocio, que iba a iniciar hoy una acampada indefinida en València como protesta por la falta de ayudas con las que afrontar los meses que llevan cerrando sus negocios por el covid, han decidido dar un voto de confianza al presidente Ximo Puig y aplazar la movilización tras afirmar el dirigente en el pleno de las Cortes que trabajan con el sector del ocio para avanzar en una respuesta de justicia. "Vamos a crear una mesa con representantes del sector y las consellerias de Sanidad, Justicia y Turismo para concretar ayudas directas", ha dicho, respondiendo afirmativamente a la petición del sector de constituir una mesa de trabajo para abordar un plan de rescate. En principio el aplazamiento de la acampada es de una semana si el compromiso no se llevara a cabo.

La organización de la protesta se acordó en la propia Asamblea de Acampada del Ocio Nocturno de la Comunidad Valenciana para decidir los detalles de la organización del acto de protesta. Durante la asamblea, se decidió presentar la documentación para comunicar el acto de protesta en la plaza de Manises de València, tanto ante la Delegación de Gobierno como ante la delegación de Espai Públic del Ayuntamiento de Valencia, con el objetivo de poder ejercer su derecho de manifestación con todas las garantías.

"A partir de ese momento, la duración y desarrollo de la acampada dependerán de la respuesta del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al escrito que hoy mismo se le ha presentado, reclamando la constitución de una mesa de trabajo para definir un calendario de reapertura diurno para los locales de ocio y la adopción de un plan de rescate que incluya ayudas económicas directas al sector", acordaron ante la esperanza de una respuesta oficial que hoy se ha producido con el anuncio de constitución de una mesa negociadora.

El sector recordó que se cumplen 8 meses y medio desde que se inició el confinamiento, el pasado 11 de marzo, en el que se cerró el ocio y que además el toque de queda mantiene impuesto en estos momentos. "Resulta inaplazable que la Generalitat apruebe un plan de medidas económicas que proteja a un tejido socioeconómico vital para el atractivo turístico de la Comunidad Valenciana como destino vacacional. Durante el último trimestre de 2020, están cerrando cada día en la Comunidad un total de 16 salas de concierto, clubs, discotecas, pubs, karaokes o tabernas irlandesas, sin que el Consell haya movido un dedo, al contrario de lo que ya han hecho 11 comunidades autónomas. Hay que destacar la importancia de que la protesta valenciana sea apoyada por 44 asociaciones de los sectores del ocio, los espectáculos y el turismo, y que desde 10 comunidades autónomas se esté señalando a la Generalitat Valenciana como la administración “más incompetente” para proteger al único sector que está cerrado por imperativo legal”, señalaron los empresarios de ocio en un comunicado.