La pandemia ha desplomado este curso el número de alumnos Erasmus en las universidades de la provincia, y ha paralizado la movilidad a Europa entre estudiantes de institutos de Secundaria, cuando la esencia de estos programas es precisamente la inmersión en otras culturas durante semanas o meses.

Concretamente el descalabro de Erasmus de la Universidad Miguel Hernández de Elche supone una reducción de hasta el 75%. Si lo habitual en un primer cuatrimestre es que se trasladen hasta el campus ilicitano unos 120 alumnos internacionales, este cuatrimestre solo hay 30, todos de países de la Unión Europea: la mitad de ellos son alumnos italianos y el resto procede de Francia, Polonia, Portugal o Alemania.

La pandemia desploma el Erasmus en la universidad y lo paraliza en ESO | ANTONIO AMORÓS

La directora de la Oficina de Relaciones Internacionales de la UMH, Inma Blaya, confirma que «la pandemia ha provocado una caída del número de Erasmus. Aunque entre marzo y mayo, cuando se nominó a los alumnos, había esperanza de que la situación iba a mejorar, la realidad es que al llegar el curso muchos se han echado para atrás por el miedo a que los confinen o cierren residencias».

Precisamente la globalización de la pandemia también supedita las posibilidades de traslado a unos u otros países, y ha provocado a su vez la caída en el número de los que viajan a completar sus estudios en universidades extranjeras.

En la UMH, de los 250 que tenían previsto ir a otros países el primer cuatrimestre de este curso, solo se han desplazado 80, y la previsión es que durante el segundo cuatrimestre lo hagan solo 40 más. «Además, no hemos recibido a ningún alumno de grado de fuera de la Unión Europea, ya que tienen más miedo a los desplazamientos», añade Blaya.

Los datos en la Universidad de Alicante también muestran una reducción de Erasmus, aunque no tan grave como esperaban, tal y como señala la directora general de Relaciones Internacionales, Rosa Pérez. «No ha caído tanto como pensábamos, aunque las cifras en las próximas dos semanas todavía pueden cambiar» a peor, añade.

Renuncias

Las renuncias están siendo «constantes», como concretan desde el servicio de movilidad de la UA. En solo un mes, con datos a finales de noviembre, los estudiantes con movilidad en otros países, principalmente a Alemania, Italia, Polonia y Reino Unido, han descendido de 180 a 158.

Entre los que vienen a la UA -la mayoría de Francia, Italia, Polonia, Alemania y Bélgica- se ha pasado también de 378 Erasmus a 283, caídas por tanto de entre un 15% y un 20% de alumnos extranjeros.

«Quizás el espacio Erasmus es más seguro para nosotros, pero universidades de Iberoamérica ya han anunciado que eliminan la movilidad y no podemos enviar estudiantes si ellos cierran», abunda Pérez. En este caso, sobre la movilidad fuera de la UE, la Universidad de Alicante ha pasado en un mes de 68 a 49 alumnos, 15 de ellos en Chile.

Respecto al curso anterior, la movilidad a Europa baja de 519 a 316 estudiantes en la UA, y casi un 50% entre los que vienen, de 608 a 387 alumnos.

Entre los institutos de Secundaria en la provincia, también consultados sobre la repercusión del covid en los programas Erasmus, el profesorado coincide en señalar que se han visto obligados ha reorganizar los proyectos mediante encuentros virtuales, lo que lamentablemente desnaturaliza la misma esencia de la movilidad que se promueve y que «hace madurar a los jóvenes en pocas semanas», como subraya Clara Aragonés desde el IES Cavanilles de Alicante.

En Formación Profesional, de momento trasladan las prácticas en empresas de la UE a marzo y junio, como precisa Belén Martínez, docente también en el IES Cavanilles.

En los Institutos María Blasco de San Vicente o Pare Vitoria de Alcoy, están pendientes, -como el resto de centros de Secundaria con programas Erasmus-, de que el Sepie, organismo nacional del Ministerio de Universidades para la internacionalización de la educación, prorrogue la subvención europea, porque «hoy por hoy las movilidad física no se puede realizar», como concreta la profesora Herminia Pastor y ratifica el portavoz de los directores, Toni González Picornell.

El profesorado considera que un Erasmus sin movilidad se queda totalmente «descafeinado», y Picornell confía en que el ministerio no exija que se devuelva todo el dinero de las movilidades no realizadas, porque ya se han realizado acciones. No obstante hay países que se niegan a recibir alumnos, como Holanda, y de momento los centros se tienen que limitar a las videoconferencias.