Más fondos para ayudas sociales de emergencia, para subvenciones a empresas y para promoción turística, con una contención inicial en las inversiones y con lastres como el déficit del transporte urbano derivado de la pandemia. El alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), y la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez (Ciudadanos), presentaron este martes el borrador del Presupuesto de 2021. Un documento «vivo», que todavía sigue abierto a la espera de que el bipartito, en minoría en el Pleno, finalice las negociaciones con la oposición con una tercera ronda que previsiblemente se llevará a cabo entre hoy y mañana. 

A grandes rasgos, el proyecto de Presupuestos del bipartito ascenderá hasta los 268.218.111 euros, lo que supone un incremento de un 2,37% sobre el de 2020, aprobado a mediados de este año, pero redactado antes de la pandemia. Al detalle, las cuentas incluyen un aumento presupuestario de un 15% para el área de Acción Social, incrementándose las ayudas sociales de emergencia y otras de concesión directa en 995.000 euros, pasando de 1,8 a casi 2,9 millones de euros. Además, se aumenta la dotación para la asistencia a domicilio del Programa de Atención a Mayores, en 483.000 euros, de 2,9 casi 3,5 millones de euros. 

En lo económico, las cuentas propuestas por el bipartito para el próximo año introducen bonificaciones fiscales -aprobadas definitivamente este martes en Junta de Gobierno- en el IBI, el IAE y el ICIO. Además contemplan la exención de la tasa de veladores al menos hasta mediados de 2021. También se contemplan ayudas directas a los sectores económicos alicantinos por 1,2 millones de euros y microcréditos valorados en más de un millón de euros.

Al margen de las ayudas sociales y a empresas, el bipartito apuesta en las cuentas por un incremento presupuestario de un área que debería también ser clave en el objetivo de la recuperación tras la crisis generada por el covid. La partida para el Patronato de Turismo, encabezado por la vicealcaldesa, crece un 42%, hasta los 4,3 millones de euros. Entre las novedades, Sánchez anunció una iniciativa de bonos gastronómicos (fijado en 200.000 euros), y también comerciales (todavía sin una cantidad determinada), para completar el bono de alojamiento impulsado por la Generalitat Valenciana.

En el siempre esperado apartado de inversiones, el bipartito apenas sorprendió. El alcalde precisó que el Presupuesto incluirá 12,7 millones de euros para proyectos, aunque la mayoría ya son conocidos, al encontrarse en ejecución o en fase previa, como las urbanizaciones de Rabasa (1,7 millones de euros), Padre Esplá (2,1 millones) y San Gabriel (529.000 euros). El proyecto de presupuestos incluye una partida de casi 1,6 millones para el impulso de cinco colegios del plan Edificant, cuyas obras, salvo en el caso del El Somni, estaba previsto que arrancasen este 2020. Finalmente, el bipartito pospuso el inicio al próximo año. También se contemplan 354.000 euros para la rehabilitación de Luceros y unos 100.000 para la renovación de la pasarela de la Albufereta. Cuestionado por las inversiones, el alcalde prefirió no concretar más proyectos por -según argumentó- estar abiertos a introducir peticiones propuestas por la oposición en busca de, al menos, una abstención que permita al bipartito aprobar las cuentas. Y es que a esos 12,7 millones de euros incluidos en el Presupuesto municipal desde un inicio, habría que añadir obras que se financien con remanente de tesorería, es decir, con ahorros principalmente por falta de ejecución, donde se incluirán los 19 millones de euros de la liquidación del Presupuesto de 2019, a los que se sumará la cantidad resultante de 2020. La vicealcaldesa Sánchez, por su parte, subrayó que las cuentas municipales para el próximo año también recogen fondos, aunque sin concretar, para la Oficina del PGOU. 

Para Barcala, «el Presupuesto pone el acento en las medidas económicas y sociales necesarias para afrontar con garantías la recuperación del tejido productivo, el empleo y las familias que más se han visto afectadas por el covid». La vicealcaldesa miró a la oposición: «Pido responsabilidad. Es hora de sumar».

La vicealcaldesa, la edil de Hacienda y el alcalde, llegando a la sala de prensa del Ayuntamiento Alex domínguez

Cuenta atrás para la aprobación antes de finalizar 2020

Todo día suma en el propósito del bipartito de aprobar el Presupuesto de 2021 antes de finalizar este año. Por eso, este martes se «contraprogramaron», presentando el borrador minutos después de anunciar el Récord Guinness del Belén gigante. El bipartito pretende cerrar entre hoy y mañana la negociación con la oposición, para luego enviar el documento a Intervención, que dispondrá de diez días para emitir su informe. Después, las cuentas se aprobarán en Junta de Gobierno, lo que abrirá el periodo de seis días para las enmiendas de la oposición. Todo esto antes de que el texto llegue al pleno. 

Barcala recula con la Ordenanza de Mendicidad

El regidor popular se abre ahora a negociar el texto con la oposición municipal: «¿Retocarla? Por supuesto»

Del «cuanto antes entre en vigor, mejor» al «vamos a abrirla a las inquietudes de los grupos políticos». Del «no aceptamos chantajes de nadie [de la oposición]» al «¿Retocarla? Por supuesto». El alcalde de Alicante, Luis Barcala, dio este martes un giro radical a la postura del bipartito ante la controvertida Ordenanza de Mendicidad y Prostitución, abriéndose por primera vez a negociar el documento con la oposición. Desde la izquierda, el PSOE y Unidas Podemos ya habían anunciado que la ordenanza -con sus multas de hasta 3.000 euros y su nula proyección social- era una «línea roja» para negociar los Presupuestos municipales de 2021, mientras que desde Compromís se ofrecieron a desbloquear la aprobación de las cuentas si el gobierno local renunciaba a la ordenanza con su actual redacción.

Tras continuas negativas, el bipartito, en minoría en el Pleno, cambió de discurso. Barcala se mostró abierto a «retocar y pulir» el documento, que está en fase de tramitación municipal. Y no sólo eso, sino que reconoció que la ordenanza no se aprobó en el pasado pleno por decisión del gobierno y no porque faltasen informes técnicos como habían alegado. «Vamos a hablar, abrir la ordenanza a las inquietudes de los grupos políticos. ¿Retocarla? Por supuesto», añadió el regidor. Tras esas palabras, la izquierda se mostró a la expectativa, mientras que Vox criticó el giro del bipartito: «Dijeron que no iba a ceder a chantajes en el Presupuesto y ahora lo hace con algo tan necesario. No nos sorprende».