El obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, acompañado del rector de la basílica de Santa María Manuel Martínez, ha bendecido esta tarde la nueva casa cofrade "Soledad de Santa María" con agua procedente del río Jordán que unos cofrades han ofrecido para tal ocasión. Al evento, han asistido las autoridades, cofrades y fieles que profesan culto y devoción a estas imágenes titulares. En el transcurso del acto, el prelado ha bendecido también las nuevas medallas corporativas de las cofradías y una artística talla de la Soledad, que preside las nuevas dependencias.  A la ceremonia religiosa le ha seguido el descubrimiento de la placa conmemorativa en la entrada de las dependencias y la firma oficial en el Libro de Honor. El acto ha contado con la asistencia de los miembros de la junta de gobierno, de los hermanos cofrades y de los invitados, en grupos reducidos por las medidas anticovid.

Coincidiendo con los preparativos de las celebraciones navideñas, los hermanos de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Cofradía de San Pedro Apóstol han visto el sueño cumplido de abrir por primera vez las puertas de su casa cofrade. La nueva sede está dedicada a la “Soledad de Santa María”, titular de la cofradía matriz y una de las advocaciones más enraizadas en Alicante, que cumplió el pasado año el bicentenario de su restitución en la Semana Santa, explican desde la hermandad.

 

La historia de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad va entretejida desde sus orígenes con la de la Iglesia Parroquial de Santa María. Es una asociación pública de fieles que, desde 1819, cierra la Procesión Oficial del Viernes Santo. El protagonismo de esta recuperación popular recayó, a principios del siglo XIX, en el cura párroco de Santa María que aunó y coordinó los esfuerzos necesarios por recuperar, a petición de los cofrades y feligreses, la procesión más tradicional de Alicante. Al igual que sucedió entonces, los hermanos cofrades han contribuido en la fundación de la nueva casa cofrade, una de las pocas existentes con que cuentan las hermandades y cofradías en la ciudad, para convertirse en un espacio de comunicación e intercambio de experiencias cofrades. “Es una oportunidad excepcional para que los cofrades puedan desarrollar sus múltiples actividades benéficas, sociales y culturales que organizan anualmente en la Programación Pastoral”, ha declarado Carmen Iborra, hermana mayor de la Cofradía de San Pedro Apóstol.

Las nuevas dependencias pretenden ser, además de un lugar asambleario, en un espacio propicio para conservar, exponer y difundir el patrimonio cultural que atesoran las corporaciones de la Soledad y San Pedro y que muestran cada año en sus procesiones penitenciales del Domingo de Ramos y el Viernes Santo. "Con unas instalaciones prácticas y modernas, la construcción de la casa cofrade obedece a un planteamiento de máxima funcionalidad. La sede es amplia y diáfana, abierta a la avenida de Alcoy por medio de dos puertas amplias que ofrecen ventilación e iluminación natural en su interior. La edificación está distribuida en varias áreas comunicadas entre sí donde se ubican los servicios propios de las cofradías: salas expositivas, despacho, oratorio, guardarropía, cocina y aseos", señalan los cofrades. 

Con la remodelación integral de las instalaciones, "la sede está concebida como un espacio museístico de ámbito cofrade, el primero con que cuenta la ciudad, donde las corporaciones de la Soledad y San Pedro podrán exponer el rico legado patrimonial que han reunido a lo lardo de su historia. A través de las diferentes salas expositivas, el visitante asistirá a la recreación del cortejo procesional que parte el Viernes Santo desde la Basílica de Santa María". 

Entre las principales piezas expuestas, aparecen la bocina oficial, de algo más de cuatro metros, única en España en proporciones y calidad artística, la cruz de guía y el estandarte; el palio y el manto de procesionar de la Soledad y la saya de San Pedro, que son dos joyas artísticas en el arte del bordado en hilo de oro; los conjuntos textiles, los aderezos y las condecoraciones ofrecidas a las imágenes titulares, y una selección del patrimonio literario y musical, que se exhiben en las vitrinas de cristal resguardadas con todas las medidas de seguridad. “La fundación de esta casa cofrade nos ha permitido reunir y salvaguardar el valioso patrimonio procesional con que cuenta nuestras cofradías como una parte de la sociedad de Alicante y donde esa misma sociedad pueda reconocer, percibir y comprender su propia identidad”, ha señalado Balbina Oncina, hermana mayor de la Soledad de Santa María.