La Policía Nacional ha detenido a seis menores de entre 15 y 17 años y a un joven de 18 como presuntos autores de la oleada de cinco robos con fuerza cometidos en el colegio público, asaltos que generaron gran alarma social entre los padres de los niños y la dirección del centro, hasta el punto de que los progenitores acamparon en el patio escolar durante el puente del 8 de diciembre para vigilar y evitar que los ladrones volvieran a actuar. Las detenciones han sido realizadas por agentes de la Comisaría Provincial de Alicante y de la Jefatura Superior de Policía de Baleares, ya que uno de los implicados huyó a Palma.

Los arrestados ya tenían antecedentes y el cabecilla era un menor de edad que conocía bien las instalaciones porque había asistido a un curso de verano que se impartió en el colegio desvalijado.

Según informó ayer la Policía, el valor de los objetos robados y los daños causados que han sido denunciados por el centro superan los 10.000 euros. Entre los efectos sustraídos figuran diferentes proyectores que valen 400 euros cada uno, varios televisores, ordenadores, monitores, termómetros digitales, altavoces, pantallas, grapadoras, tijeras y más material escolar, así como un jamón, postres infantiles como natillas y otros alimentos.

Los ladrones escondían los objetos robados cerca del centro y luego los vendían, aunque la Policía ha podido recuperar por ahora dos proyectores, un termómetro digital y alimentos sustraídos en la cocina del colegio. Uno de los arrestados ha sido imputado por delito de receptación y la Policía no descarta nuevas detenciones.

Tras la comisión de los robos la Comisaría de Distrito Centro mantuvo un contacto permanente con la dirección del colegio público Benalúa con el fin de recabar toda la información necesaria para iniciar las pesquisas y trasladar confianza a los padres de los alumnos dada su gran preocupación. Por ello, se desplegó un dispositivo de prevención con unidades del Grupo Operativo de Respuesta para evitar más robos y tratar de localizar a los ladrones.

Al mismo tiempo, agentes del Grupo Operativo de Policía Judicial de la Comisaría Centro analizaron las denuncias presentadas y gracias a las inspecciones realizadas por la Policía Científica en el lugar se pudo identificar a uno de los ladrones, un joven de 18 años que ya contaba con antecedentes policiales.

Sin embargo, la Policía comprobó que se había marchado de Alicante y tras realizar diversas gestiones fue localizado en Palma de Mallorca. Los investigadores de Alicante solicitaron la colaboración del Grupo de Robos de la Brigada de Policía Judicial de Palma y el sospechoso pudo ser arrestado.

La detención de este joven permitió relacionar la participación de otros miembros de la banda de ladrones, los cuales pudieron ser identificados y detenidos. Muchos de ellos contaban con un amplio historial delictivo pese a su minoría de edad y su único «modus vivendi» es delinquir, según la Policía. Tras tomarles declaración, seis fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores en Alicante y el otro joven compareció en el juzgado de guardia de Palma.

El menor considerado como cabecilla del grupo había estado realizando un curso de verano en el colegio y por ello conocía perfectamente los accesos de entrada y salida, la ubicación exacta de los efectos de valor robados, así como el funcionamiento de los sistemas de alarma, de tal forma que se ocultaba hasta que dejaba de sonar.