Todo apunta que Ciudadanos ya ha decidido en la disyuntiva entre ceder ante la izquierda o ante Vox para aprobar el Presupuesto de 2021 Alicante. El portavoz del bipartito, Antonio Manresa (Cs), se mostró ayer taxativo ante las exigencias de los grupos progresistas en la Ordenanza de Mendicidad y Prostitución, conocida oficialmente como Ordenanza de Convivencia Cívica, para desbloquear las cuentas municipales del próximo año. Y así lo interpretaron las fuerzas progresistas en el Ayuntamiento, que cargaron con dureza contra el grupo naranja, al que acusan de claudicar de nuevo ante las presiones del alcalde, Luis Barcala, pese a su anunciado interés de intentar sacar las cuentas sin tener que hacer concesiones a Vox en el intento de los de Arrimadas de centrar su discurso político a todos los niveles.

Pese a mantener abiertas las puertas a incluir cambios en la ordenanza, Manresa rechazó dejar como base el texto impulsado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) e insistió que el documento de trabajo de partida tiene que ser el borrador aprobado en Junta de Gobierno por el bipartito de Alicante, que cuenta con el rechazo en bloque de la izquierda municipal, del tejido social y, además, del área de Igualdad, en manos de Cs, que emitió recientemente un duro informe en contra del documento promovido por los dos socios de gobierno.

Y no sólo eso, sino que el portavoz adjunto del bipartito, Manuel Villar (PP), rechazó este martes uno de los asuntos que incluye la izquierda en la iniciativa plenaria que se debatirá este jueves. El bipartito, según defendió durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de los martes, se muestra contrario a crear una comisión para abordar los cambios a introducir en la ordenanza. Este es uno de los acuerdos que incluye la moción conjunta que llevan por urgencia a pleno el PSOE, Unidas Podemos y Compromís. Es decir, todo apunta, si no se produce un cambio de última hora, a que el gobierno municipal rechazará esa propuesta plenaria, lo que en la práctica supondrá no aceptar una de las exigencias de la izquierda para desbloquear el Presupuesto municipal para 2021, que por lo tanto todo parece quedará en manos de los ultras de Vox.

Tras conocerse la postura del equipo de gobierno, la izquierda criticó la postura de los socios de gobierno, y en concreto, el papel de Ciudadanos respecto a los cambios en la ordenanza y, por tanto, del futuro del Presupuesto. «Entendemos que votarán en contra de esta iniciativa que trata de poner encima de la mesa de una comisión municipal un acuerdo para la normativa. Dicen que no es necesaria la celebración de la misma para llegar a acuerdos, pues no sé dónde tiene que llegar, quizá en una cafetería con café y bollo», replicó el portavoz del PSOE, Francesc Sanguino. Por su parte, el portavoz de Unidas Podemos, Xavier López, sostuvo que su formación «siempre ha pedido la retirada de la ordenanza» y que, en esta ocasión, la moción viene sustentada «por la existencia de un informe de Igualdad». Desde Compromís, Natxo Bellido cargó contra Cs por su «quiero y no puedo» en la negociación. «Querían jugar un papel en la política alicantina», sentenció en pasado el portavoz de la coalición. Su grupo y el PSOE siguen a la espera de que Ciudadanos responda directamente a las propuestas abordadas en las negociaciones mantenidas al margen del PP y que se paralizaron a finales de la pasada semana.