Los presupuestos de la Universidad de Alicante para el año próximo, pendientes del visto bueno del Consejo Social el próximo lunes para su aprobación definitiva, aumentan en hasta un 55% en el capítulo de ingresos para la investigación frente a la pandemia. Los proyectos de I+D recibirán 6 millones de euros más que en el anterior presupuesto, la mayoría de ellos desde la Conselleria de Universidades e Innovación (4 millones) y el resto de convocatorias de proyectos desde la Unión Europea y estatales.

«El aumento de fondos destinados a la investigación es una buena noticia para los investigadores y para la sociedad en la lucha contra la covid-19», destaca la vicerrectora Mónica Martí, « al tener carácter finalista no pueden utilizarse para cubrir los gatos corrientes y e inversión generales de la UA», matizó.

En su explicación sobre las cuentas del próximo año, las últimas que elabora Manuel Palomar como rector, -que se despidió ayer tras presidir su último Consejo de Gobierno, pidiendo la colaboración de todos con el nuevo equipo salido de las urnas y agradeciendo también el trabajo de la comunidad universitaria estos últimos 8 años- Martí lamentó la austeridad y restricción del presupuesto global, que sube un 3,3%, hasta los 212 millones, 6,6 millones de euros más, pero que sigue sin permitir proyectos a futuro.

El análisis de las cuentas universitarias revela pérdidas de 3,3 millones en los ingresos con respecto al ejercicio anterior en concepto de tasas por la matrícula oficial de alumnos, así como en títulos propios, seminarios, y congresos, a consecuencia de los límites de aforo que exige la pandemia, tal y como explican desde el equipo de gobierno saliente.

Hacen hincapié a su vez en que las universidades siguen sin plan de financiación y, por primera vez, se ha incluido una «línea reivindicativa para cuadrar gastos e ingresos» por valor de 1,5 millones de euros, que al no tener un destino concreto no convenció a los dos representantes del colectivo de administrativos para votar a favor del presupuesto. Su negativa, como explican a este diario, responde a que no se incluye el dinero prometido para la mejora de la carrera profesional de los interinos. Están pendientes las cantidades de los años 2017-18 y 19 y solo se han pagado las de 2020.

Los cinco representantes de alumnos también votaron en contra, situación inédita con los presupuestos universitarios. Álvaro Asencio explica que se debe al recorte de 15.000 euros en los fondos para el consejo estudiantil. «Con 29.500 euros solo tenemos para 1,10 euros por estudiante, el perjuicio es para todos lo alumnos», criticó al tiempo que mostró su «esperanza en que se revierta la situación» con el nuevo equipo de gobierno.

La rectora electa por su parte, Amparo Navarro, subraya que «el presupuesto como fruto de mi proyecto universitario empezará en septiembre y octubre del año que viene, cuando empecemos a elaborar las bases» de las siguientes cuentas.

«Ya dije -recuerda Navarro- que habrá que introducir alguna modificación presupuestaria de tipo organizativo», puesto que ha reestructurado el equipo, uniendo algunos vicerrectorados y separando otros «pero a efectos económicos quedará igual. Es obvio que por imperativo legal había que tener ya los presupuestos de 2021».