La vacunación contra el coronavirus comenzó ayer en la Comunidad Valenciana con la administración de la primera dosis a 775 usuarios y trabajadores de siete centros de personas mayores y dependientes, dos de ellos en la provincia de Alicante. A las 9.53 de la mañana llegaban los viales al centro de distribución de València desde donde se repartirían a las tres provincias, dándose así por iniciado un proceso que será largo, pero que permite encarar esta última semana de 2020 con algo de optimismo tras casi diez meses de crisis sanitaria.

Salvador Brotons recibiendo esta mañana la vacuna, en el centro de mayores donde reside en San Vicente del Raspeig. INFORMACIÓN

La residencia Sant Vicent, en San Vicente del Raspeig, es uno de los dos centros de la provincia donde ayer ya se llevaron a cabo las primeras vacunaciones. En él vive Salvador Brotons, de 65 años y natural de Castalla, que se convirtió en la primera persona en recibir el tratamiento en la provincia de Alicante. Antes que él, en una residencia de Rafelbunyol (Valencia) ya había sido vacunado Batiste Martí, de 81 años, el primero de toda la Comunidad Valenciana. Tras serle administrada la dosis, animó al conjunto de la sociedad a «dar este paso», porque significa «bien para todos». En el mismo geriátrico de Rafelbunyol se vacunó Josefa Martínez, directora del centro y primera trabajadora sociosanitaria de la autonomía valenciana en someterse a la inyección.

El proceso de vacunación se inició también en la residencia Alacant, en el barrio de Juan XXIII de la capital de la provincia, a donde las dosis llegaron en torno al mediodía, así como en otros centros de las localidades valencianas de Torrent y Benissanó y en las castellonenses de Almassora y Borriana. En esta última reside Benilde Domingo Monferrer, de 86 años, primera persona en vacunarse en la demarcación septentrional de la Comunidad. Pasadas las tres de la tarde se dio por concluida la vacunación en esta primera jornada. Todas las personas vacunadas ayer con la primera dosis del tratamiento desarrollado por Pfizer recibirán la segunda dosis en torno al 18 de enero. De esa forma, tal y como señalaron fuentes de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, quedarán definitivamente inmunizadas contra el coronavirus.

Hoy continuará el proceso, según indicaron desde la Conselleria, con la recepción de 10.000 dosis en Alicante, 5.000 en Castellón y 16.000 en Valencia. La intención es que antes de Reyes estén vacunadas al menos las residencias que en este momento se encuentran libres de covid-19 para, a mediados del mes de enero, poder haber administrado la primera dosis a la totalidad de estas instalaciones en la Comunidad Valenciana. A última hora de ayer, por otra parte, no había constancia de que en ninguna de las personas vacunadas se hubieran manifestado efectos secundarios.

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Las vacunas contra el covid llegan a Alicante Manuel R. Sala

Los equipos de vacunación de la Conselleria explicaron que entre las personas que recibieron ya ayer la primera dosis de la vacuna se había observado «satisfacción general como tónica dominante». Asimismo, incidieron en que la administración de los viales se había llevado a cabo «con total normalidad y con el ritmo previsto para esta primera jornada de domingo». En la misma línea se pronunció la titular del departamento, Ana Barceló, al destacar que «entre tanto dolor y sufrimiento, hoy se abre un periodo de esperanza», gracias a «la ciencia y la investigación». La consellera hizo hincapié en que fue «una jornada de total normalidad», y auguró que «así se prolongará durante estos meses, hasta que estén vacunados todos y cada uno de los valencianos y valencianas».

Durante el primer trimestre de 2021, en la Comunidad Valenciana, se administrarán más de 377.000 dosis de la vacuna Pfizer, que corresponden, al tratarse de dos dosis por persona, a más de 188.000 personas vacunadas. La Conselleria de Sanidad confía en que a lo largo del mes de enero puedan estar vacunadas las más de 50.000 personas que conviven en residencias, entre trabajadores y trabajadoras y residentes. Tras los centros residenciales, la vacuna comenzará a administrarse al personal sanitario que trabaja en primera línea de la lucha contra la covid-19, al resto del personal sanitario y a los grandes dependientes no institucionalizados.

Batiste Martí, de 81 años, primera persona de la Comunidad Valenciana en recibir la vacuna contra el coronavirus, en Rafelbunyol (Valencia). INFORMACIÓN

La vacunación en España comenzó a las 9 de la mañana de ayer en un centro de mayores de Guadalajara, ciudad en cuyas cercanías se ha establecido la base logística para la distribución de las dosis por todo el país, y el inicio de la campaña tuyo una anecdótica relación indirecta con la provincia. Araceli Rosario Hidalgo, la mujer de 96 años que recibió la primera de las vacunas por tratarse de la residente de mayor edad de ese geriátrico de la capital alcarreña, es la abuela del director de comunicación del Puerto de Alicante, David Hermoso, quien compartió a través de las redes sociales esta coincidencia y la trascendencia que tenía el arranque de la campaña sanitaria. Este último factor fue, justamente, el que hizo que la administración de la primera vacuna despertara una gran expectación mediática. Un hecho que no pasó desapercibido para la propia Araceli, quien decía mostrarse nerviosa por la presencia del reducido grupo de periodistas autorizado para grabar y fotografiar el momento, pero a la vez «muy contenta» y confiada de que entre todos «el virus se nos vaya», según recogió Efe.

Tras Araceli, la siguiente en vacunarse fue Mónica Tapias, de 48 años, auxiliar de Enfermería y la trabajadora más joven de la misma residencia de Guadalajara. La sanitaria se mostró orgullosa de la llegada de la vacuna a España y apeló a «que se vacune la mayoría, hay mucha gente que no ha podido llegar a tiempo».

Josefa Martínez, primera trabajadora vacunada contra el covid en la Comunidad Valenciana. INFORMACIÓN

Solidaridad para culminar el proceso

Los expertos epidemiólogos instan a la solidaridad para culminar el proceso de vacunación, ya que es imprescindible la colaboración de la ciudadanía. Salvador Peiró, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, asegura, en la misma línea defendida por el ministro de Sanidad, que «la vacunación supone el final de una situación extraordinaria» y que, además, «las nuevas tecnologías dan soporte a muchísimos otros tipos de vacunación». Augura que los efectos sanitarios dependerán de las tasas de transmisión y celebra que una futura estabilización de los indicadores y una posible inmunidad de grupo en verano permita «atender a más pacientes en otras áreas médicas». No obstante, insta a la ciudadanía a ser solidaria, pues «la vacunación es algo corriente, aunque la pandemia no lo haya sido» y, por ello, «no debemos relajarnos respecto a las medidas de seguridad e higiene». Un pensamiento también compartido por Carlos Álvarez, epidemiólogo y catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública, que tilda de «muy necesario» que las personas de riesgo se vacunen. «Cuando esta población esté vacunada, la pandemia carecerá de peligrosidad en términos de mortalidad», apunta. «Confío en la actuación del Gobierno y de la UE, no se debe hacer lucha política de una cuestión sanitaria», destaca. Aunque prevé un aumento de contagios «mortuoso» tras las fiestas navideñas, afirma que «si el proceso de vacunación se hace bien, pronto se verán los resultados». Pese a ello, reconoce no atreverse a decir que la Pfizer es «el principio del fin», pero sí «un avance muy positivo».