El toque de queda a medianoche como una de las medidas para frenar la expansión del covid se llevará por delante las cenas de Nochevieja en hoteles y restaurantes. La obligatoriedad de estar en casa a la hora en que entra el nuevo año ha hundido estas celebraciones, con un aluvión de cancelaciones y una caída en las reservas del 70%. Los hoteleros reivindican ante el Consell que el cierre se amplíe en una hora en Fin de Año y numerosos restaurantes optarán directamente por cerrar por la noche y aprovechar la «tardevieja».

«Si los clientes reservan para cenar en un hotel y se tienen que ir a las once y media de la noche corriendo a casa se les quitan las ganas. No existe la motivación de comerse las uvas en el hotel y tomarse una copa. Por eso seguimos luchando para que se amplíe el horario esa noche. No se trata de ganar dinero sino que jornadas como ésta nos ayudan a seguir afrontando los pagos», señala Victoria Puche, presidenta de la Asociación Provincial de Hoteles.

Los alojamientos registrarán una ocupación del 15%, muy por debajo del 40% que esperaba el sector

Las reservas para cenar y dormir en alojamientos hoteleros en Nochevieja apenas alcanzan un 15% pese a que el sector esperaba entre un 30% y un 40% antes de que se aprobasen las últimas restricciones para Navidad del Consell. «Los datos son muy negativos, para rematar la Navidad tras el año tan nefasto que hemos tenido y en la línea de no facilitar ninguna ayuda directa al sector. Los días 30 y 31 de diciembre, y 1 de enero llegábamos al 90% de ocupación. Siempre poníamos el lleno en las cenas de Nochevieja», prosigue Puche. Hay hoteles que adelantarán las campanadas a las once de la noche o bien obsequiarán con uvas para que el cliente se las tome a medianoche en la habitación.

La Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA) cifra por su parte en un 70% las cancelaciones de cenas de Nochevieja. «Hay establecimientos que están intentando adelantar la toma de uvas a las once de la noche pero es ridículo no aplazar el toque de queda a la una de la madrugada porque el virus te puede atacar a esa hora o a las seis de la tarde. Los políticos prohiben pero no dicen en qué estudios médicos se basan», señala el presidente del colectivo hostelero César Anca. En cuanto al ocio nocturno, la demanda es cero. «Lo que menos quiere la gente es cenar de catering e irse pronto a casa», apunta Javier Galdeano, portavoz de la Asociación de Locales de Ocio y Restauración (Alroa), que sostiene que el producto del día 31 estará en el tardeo y en la Nochevieja australiana, y que se dará la noche libre a los trabajadores.

Puig está preocupado por el «tardeo»

El presidente recuerda que las medidas en la Comunidad son «de las más restrictivas de España»

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, considera que las restricciones nocturnas que rigen actualmente en la Comunidad Valenciana son «suficientes» para contener la expansión del coronavirus si el resto del día «se actúa con responsabilidad». Por ello se ha mostrado «preocupado» por el «tardeo», reuniones sociales por las tardes en bares y restaurantes al alza dadas las restricciones en los días principales de estas fiestas, como ya se observó en Nochebuena. El presidente admitió ayer este temor al ser preguntado sobre si existe la posibilidad de ampliar el toque de queda de cara a Nochevieja ante el aumento de los contagios. En este sentido, el jefe del Consell recalcó que la Generalitat no ha tomado medidas de manera compulsiva, por lo que insistió en que antes de adoptar las restricciones navideñas se analizó cuál era la situación para intentar dar «una respuesta serena y equilibrada». «Si hay circunstancias cambiantes hay que actuar», afirmó, aunque insistió en que, ahora mismo, las medidas impuestas en el territorio autonómico son «de las más restrictivas de España en el caso de los horarios», que, recordó, están establecidos a las 23 horas durante todas las fiestas, a excepción de la medianoche en Nochevieja. 

El presidente de la Generalitat afirmó que con la pandemia «no hay recetas ni un recetario para buscar soluciones inmediatas», y advirtió que «cualquier irresponsabilidad puede acabar afectando a mucha gente».

Respecto al sistema sanitario, aseguró que está en una «posición de fortaleza», aunque también reconoció que la situación es «muy preocupante». Por ello, incidió en «intentar ser más responsables que nunca estos días de cara a final de año. No podemos bajar los brazos», defendió.

El presidente ha reclamado a los propietarios de bares y restaurantes que vigilen el cumplimiento escrupuloso de las normas de seguridad en esos espacios; y que los usuarios «sean responsables. No se trata de decir un día no pasa nada, un día puede significar la muerte».