Alejandro Pastor estaba ejerciendo como presidente en funciones de Aeca-ITV desde el pasado mes de junio tras la salida de Luis Gutiérrez Pando, y ha sido ratificado ahora en el cargo por la asamblea de la entidad. Ingeniero industrial, es director de zona de la empresa Applus ITV en la Comunidad Valenciana, al tiempo que ha ocupado entre otros el puesto de jefe de estación en Alicante. También estuvo durante diez años como profesor asociado en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, donde impartió las ingenierías de Transporte y Vehículos.

Ha asumido el cargo de presidente a todos los efectos en un momento especialmente complicado por la crisis del covid...

Efectivamente, se trata de un momento de cambios en el sector, que con la crisis sanitaria ha puesto en valor la profesionalidad y la capacidad de respuesta de las estaciones de ITV para dar cobertura a los cinco millones de vehículos que quedaron «confinados» desde que se declaró el estado de alarma el pasado 14 de marzo hasta el 18 de mayo, período durante el cual no se pudo prestar servicio al haberse decretado el cierre de las instalaciones por parte del Gobierno. Todas las entidades asociadas a Aeca-ITV han demostrado estar preparadas para un proceso de desescalada que ha seguido con todos los protocolos de seguridad activados, ampliando el horario de trabajo y apertura de las estaciones y reforzando las plantillas.

¿De qué forma ha influido la crisis del covid en las inspecciones de vehículos?

Se ha registrado un alto nivel de absentismo, de manera que ahora mismo hay numerosos vehículos circulando con la ITV caducada. Se trata de una situación peligrosa, puesto que repercute en la seguridad vial. Por otro lado, los propietarios que no han acudido a las estaciones se pueden encontrar con que, si sufren un accidente, sus seguros no les ofrezcan cobertura.

¿Qué se puede hacer para solucionar este problema?

Vamos a intentar trabajar de forma conjunta con el Ministerio de Interior, las comunidades autónomas y la Dirección General de Tráfico para que la cifra se reduzca, puesto que insisto que es una situación de riesgo que hay que combatir.

¿En qué situación se encuentra el parque de vehículos?

La crisis del coronavirus también está envejeciendo el parque automovilístico, que en la actualidad tiene una edad media de 12 años. Con el covid hay conductores que tenían coches antiguos en desuso o en venta que ahora los están volviendo a utilizar por el miedo a gastar el transporte público. Por otro lado, lo normal es que la crisis económica que provocará la pandemia reduzca las ventas de vehículos nuevos, por lo que el parque seguirá envejeciendo en los próximos meses. Otro problema con el que nos estamos encontrando es que la gente invierte menos en el mantenimiento de sus coches, lo que también repercute en la seguridad vial. Una prueba de ello es la degradación de los neumáticos, que se ha convertido en uno de los principales defectos que se detectan en las estaciones de ITV, hasta el punto que suponen alrededor de un 20% del total. Respecto a los conductores que deciden adquirir un vehículo nuevo, se enfrentan en estos momentos a las dudas de si lo compran eléctrico, híbrido o de combustión normal, debiendo conjugar también el tema económico.

¿Cuáles son sus principales objetivos al frente de la asociación nacional?

El objetivo primordial es seguir velando por el mantenimiento de la independencia, imparcialidad y ausencia de conflictos de intereses en la prestación del servicio de ITV en España, y que el mensaje de que la ITV salva vidas y supone una protección para el medio ambiente cale en todos los ciudadanos. La responsabilidad de los conductores que han pasado la inspección en momentos tan complicados como los que hemos vivido indica que es así, que la seguridad vial importa y es una prioridad.

¿Las nuevas normativas medioambientales también son un desafío para el sector?

Sin lugar a dudas, se trata de un desafío, porque implica continuos cambios tecnológicos. Las empresas han incorporado el uso de las nuevas tecnologías para comprobar los sistemas de gestión medioambiental controlados electrónicamente y los nuevos mecanismos de ayuda a la conducción, lo que demuestra que estamos preparados para el futuro de las inspecciones.