La alta presión hospitalaria sigue creciendo en ciudades como Elche y Alcoy ante el aumento de casos de covid-19 que está obligando a los departamentos de salud a tomar más medidas. En el departamento alcoyano exigen que las restricciones se intensifiquen para frenar los contagios mientras que en el departamento de salud del Baix Vinalopó estudian ampliar el número de camas.

El Hospital General Universitario de Elche cuenta con 65 personas en planta, nueve más que hace menos de una semana, lo que supone que en estos momentos se haya destinado una ala de la cuarta y quinta planta del hospital para estos pacientes y esté ocupada al completo también la tercera planta.

La presión en la UCI también ha subido de 9 a 11 personas en menos de una semana, según confirman fuentes del hospital.

Este aluvión de casos ha motivado que hoy esté prevista una reunión entre la gerencia y los jefes de área para abordar si se cierra alguna dependencia para desplazar a pacientes covid tras el aumento de los casos, según confirman fuentes internas del hospital, las mismas que admiten que hay sanitarios que se sienten desbordados. Ante el avance de los contagios el Hospital General ya determinó el pasado jueves suspender prácticamente toda la actividad programada, tanto médica como quirúrgica, incluida la actividad de consultas externas, en este centro hasta, al menos, el próximo 18 de enero, con probabilidad de prorrogar la fecha si la situación sigue siendo crítica. Sí que se atenderá a aquella actividad «no demorable».

El clima de preocupación entre la población vino ya hace unos días cuando se difundió que dos personas se habían infectado con la nueva cepa británica aunque en su momento ya explicaron las fuentes del hospital que estaban recuperándose favorablemente.

En el Departamento de Salud de Alcoy la situación empieza a ser desesperada entre los profesionales, ante el incremento de los contagios y de la presión asistencial y laboral. Como publicó este periódico ayer, un documento interno filtrado a la opinión pública a través de las redes sociales advierte de la saturación del Hospital Virgen de los Lirios, en el que los pacientes con coronavirus son ya más de 50 y se ha suspendido toda la actividad quirúrgica no urgente.

Ante este panorama, y al haber también bastantes sanitarios enfermos o en cuarentena, se ha recurrido al personal de Atención Primaria. El problema, tal y como explica el delegado del Sindicato Médico-CESM en Alcoy, Alberto Acosta, es que «la Atención Primaria está al mismo nivel o peor» que la Especializada. «El personal está agotado física y mentalmente, asfixiado», asegura, y «ni en los días libres es posible descansar» porque el teléfono no deja de sonar con mensajes en los que se piden voluntarios para trabajar.

No obstante, recalca Acosta, «se ha visto que trabajar más no funciona», en el sentido de que de nada sirve ese esfuerzo si no hay acciones más duras por parte de la administración.

El delegado sindical incide en que «las medidas actuales no son suficientes» ya que el toque de queda nocturno no evita, por ejemplo, que las terrazas y las calles comerciales puedan estar llenas por las tardes, con el consiguiente riesgo de aglomeraciones. Por ello, apuesta por incrementar las restricciones en la movilidad o sobre el ocio, así como aumentar el control para que se cumplan las normas, y por encima de todo ello una mayor concienciación.

Acosta critica que «a principios de diciembre ya había indicadores de que las cosas no iban bien» cuando «cayeron las residencias». Son ya tres los geriátricos de Alcoy donde se han registrado brotes. El último, el Asilo Hogar San José, junto al Hospital Virgen de los Lirios, según avanzó ayer el alcalde de la ciudad, Toni Francés, quien no dio datos de contagiados en estas instalaciones.

En la Residencia Mariola han fallecido 14 de los 38 usuarios que han enfermado. Este brote y el del geriátrico Emilio Sala sumaban 107 contagios a mediados de diciembre, entre residentes y personal.