La Conselleria de Sanidad ha decidido seguir vacunando este miércoles día de Reyes y el jueves en las residencias de mayores para revertir la lentitud y la falta de continuidad que está sufriendo el proceso de vacunación contra el covid-19 en la provincia. Las primeras dosis del antídoto fabricado por Pfizer comenzaron a suministrarse el domingo 27 de diciembre. Pero hasta el pasado lunes, ocho días después, apenas una de cada seis residencias de mayores, 50 de 327 en toda la Comunidad Valenciana, habían completado la primera fase de inmunización entre los residentes y trabajadores.

Los motivos de tal retraso responden al parón de cuatro días que se produjo durante los festivos de Nochevieja y Año Nuevo y al fin de semana que le ha seguido este año. Pero no ha sido la única razón. Las dilaciones de la multinacional farmacéutica en la fabricación y distribución de las dosis, así como la necesidad de almacenar el doble de vacunas por cada persona sometida al tratamiento, ha llevado a las autoridades sanitarias a ralentizar la vacunación para almacenar los nuevos envíos según fuentes de Sanidad. De este modo se busca garantizar la disponibilidad de las segundas dosis que se empezarán a inyectar a los residentes y profesionales de los geriátricos a partir del 21 de enero. Además, dentro de las dificultades surgidas en materia logística también ha influido, según las mismas fuentes, la necesidad de disponer de ultracongeladores con suficiente capacidad para almacenar las vacunas a -80 grados centígrados.

Los directores de algunas residencias de mayores de la provincia también han apuntado a la falta de personal sanitario como otro posible motivo del retraso. De hecho, no hay personal de enfermería disponible en las bolsas de trabajo. Sin embargo este extremo ha sido negado por la Conselleria ya que son las enfermeras de los distintos centros de mayores las que se encargan de poner las inyecciones bajo la supervisión de los profesionales de Salud Pública. La labor de éstos últimos se limita, por tanto, a preparar la mezcla del suero y proporcionar las dosis adecuadas. Únicamente asumen todo e l proceso en los geriátricos que no disponen de personal sanitario.

Otra de las cuestiones que ha supuesto un lastre en la primera semana de vacunación es la dispersión geográfica de muchas de las residencias elegidas para la primera fase. En este aspecto ha tenido mucho que ver la decisión de los responsables sanitarios de distribuir el período de inmunización siguiendo la escala de menor a mayor incidencia del coronavirus. De ahí que los centros donde no se han registrado contagios hayan sido los primeros y los que mantienen brotes activos se hayan dejado para el final.

Entre las medidas adoptadas ayer por la Conselleria de Sanidad figura mantener activo el proceso de vacunación a lo largo de todo el día de hoy -festividad de los Reyes Magos- y de mañana sábado. En principio está previsto que el domingo se descanse pero no se descarta que se revoque la orden y se opte por seguir adelante con la campaña. Sanidad se ha comprometido a cubrir los centros de mayores en una semana. El lunes o el martes próximo deberá haber finalizado la primera fase en todos los geriátricos de la Comunidad Valenciana. Es el compromiso adquirido por el president Ximo Puig y por la consellera Ana Barceló.

Centros

Entre los centros vacunados en los últimos días figuran la PMD de Benidorm, La Saleta de Calpe y el Hogar Provincial de la Diputación en Alicante; Desamparados de Llíria, Camp de Turia de Benaguasil y Tercera Edad de Oliva en Valencia; y Hogar Virgen del Lidón de Castellón. Ayer, dento de la provincia de Alicante, le tocó el turno a los municipios vecinos de Elche y Aspe. La vacunación en esta última población supone iniciar el proceso en el Medio Vinalopó. Una comarca donde el virus ha tenido una especial incidencia. Sobre todo en las residencias de mayores de Elda, Petrer, Monóvar y Novelda.