Sanidad ha mantenido activos todos sus equipos en la festividad de los Reyes Magos para acelerar en los geriátricos el proceso de vacunación contra el covid-19. Entre las nueve de la mañana y la una del mediodía se suministraron dosis de la vacuna Pfizer a más de 500 profesionales y usuarios de residencias de mayores de la provincia. Entre ellas Ballesol de San Juan con 87 residentes y 60 trabajadores; el geriátrico Savia de La Nucía con 115 residentes y 60 trabajadores; el asilo Nuestra Señora de Las Virtudes de Villena con unas 70 personas entre las que se encontraban también asistentes y el centro de respiro para enfermos de alzhéimer Solroja de Alcoy con 17 residentes y 19 trabajadores. El listado es más amplio y la campaña de vacunación también se mantendrá el próximo sábado para cumplir el objetivo, anunciado por el propio Ximo Puig, de culminar el próximo martes el suministro de la primera de las dos dosis de inmunización en todos los centros de mayores de la Comunidad. Incluidos aquellos que mantienen brotes activos, según precisó la consellera Ana Barceló.

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Vacunación en la residencia de mayores Ballesol RAFA ARJONES

Estos días han surgido en la provincia de Alicante los primeros casos de trabajadores que se niegan a ponerse la vacuna contra el covid-19. Los motivos que aducen son el temor a una reacción adversa y la desconfianza que les genera la eficacia del antídoto por la extremada rapidez con la que se ha desarrollado el proceso para obtenerlo. Cuatro de estas negativas se produjeron ayer en la residencia Ballesol de San Juan de un total de 60 trabajadores. Pero el número de profesionales que ha optado por no vacunarse desde que Sanidad inició el proceso el pasado 27 de diciembre supera la decena y se ha dado en algunos centros de mayores de diferentes Departamentos de Salud de la provincia. Algunos han comunicado abiertamente su decisión de no someterse al proceso de inmunización y otros han optado, sencillamente, por no acudir el día fijado para la vacunación. De momento constituyen un grupo minoritario. No alcanzan ni el 1% pero plantean un problema ético y sanitario para el que, de momento, no hay una regulación específica. Vacunarse es un acto voluntario tanto para los usuarios como para el personal sociosanitario de las residencias de mayores. Así viene contemplado en la Ley General de Salud Pública, en la normativa básica reguladora de la autonomía del paciente y en la Prevención de Riesgos Laborales. En el caso de los geriátricos el principal foco de contagio procede, precisamente, de los trabajadores ya que los usuarios no mantienen contacto con el exterior y, en caso contrario, necesitan realizarse dos PCR y someterse a aislamiento preventivo al regresar.

Eloísa García, recibiendo la primera dosis de la vacuna en la residencia Savia de La Nucía. | INFORMACIÓN

El rechazo al tratamiento no se está dando, sin embargo, entre los mayores residentes. Todos los que mantienen sus facultades mentales han decidido vacunarse y a quienes sufren enfermedades neurodegenerativas también se les ha suministrado la dosis anti-covid por decisión de sus familias.

Dudas sobre el método

Expertos epidemiólogos y en Salud Pública recalcan la necesidad de volcar todos los recursos sanitarios posibles al suministro de la vacuna contra el coronavirus lo antes posible y a la mayor cantidad posible de la población, pero descartan, de entrada, modificar el método que se está aplicando en todo el país y que sigue las prescripciones del fabricante de la vacuna Pfizer aprobadas por la Agencia del Medicamento. «Nadie ha hablado en España de cambiar el método de ir por fases y poner las dos dosis en el espacio de tiempo indicado», concreta Carlos Álvarez Dardet, catedrático en la Universidad de Alicante de Medicina Preventiva y Salud Pública. «Hasta lo que sabemos, no parece que esté indicada la decisión de algunos países de aplicar una primera dosis a mayor cantidad de gente con la intención de tener a más gente vacunada. Los ingleses están probando si así se obtiene alguna inmunidad pero creo que no es momento para experimentos de los Gobiernos. Se deberían seguir la pautas del fabricante basadas en los ensayos clínicos de la vacuna», sentencia.

También el especialista epidemiólogo José Tuells apunta que lo que urge en estos momentos es acelerar el ritmo de vacunaciones por dos razones principalmente. Por una parte porque «va a reducir mucho la mortalidad», lo que debería bastar para primar de forma enérgica el programa de vacunación en la Comunidad y, por otra, porque «cuanto antes se vacune, menos mutaciones del virus habrá circulando», advierte el experto.