La pandemia de coronavirus batió ayer un nuevo récord en la provincia, como casi todos los días de esta semana en la que las cifras del virus han escalado de manera muy alarmante. La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública notificó 1.943 nuevos casos en 24 horas, el registro diario más alto desde que se desató la crisis sanitaria en marzo del año pasado. Y no solo eso, sino que pulveriza el máximo que se había producido hasta ahora de 1.354 contagios en una sola jornada y que correspondía justo al día anterior. Una situación que hizo que ayer la Generalitat no descartara que se tenga que llegar a un confinamiento domiciliario.

Ningún día de esta semana se ha bajado del millar de nuevos casos, aunque el recuento publicado el jueves correspondía a dos jornadas. Desde el 4 de enero se han notificado 6.927 contagios en la provincia, un 92% más que en la semana anterior. La magnitud de los datos da una idea del gran incremento de la incidencia del virus que se ha producido y del impacto que han podido tener las fiestas de Navidad, dado que es ahora cuando se están manifestando los contagios producidos en esas fechas. Y es algo generalizado en la Comunidad Valenciana; en el conjunto del territorio autonómico se notificaron 6.240 casos nuevos, también el máximo desde que comenzó la pandemia. Además de los citados 1.943 de Alicante, se registraron 3.637 en Valencia y 652 en Castellón.

El acumulado de casos desde marzo se sitúa en 55.926 en la provincia de Alicante y 169.950 en la Comunidad. Hay 20 contagios que todavía no se han asignado a ninguna provincia, ocho de ellos entre el viernes y ayer. Asimismo, se han detectado en toda la autonomía valenciana 32 nuevos brotes, nueve de ellos en la provincia de Alicante. Estos últimos suman 59 casos. Todos ellos se han producido en las comarcas de la Vega Baja y la Marina Baixa, en las localidades de Orihuela (dos brotes), Almoradí, Rojales y Algorfa (un brote entre los dos municipios), Benidorm, l’Alfàs del Pi, la Nucia, Altea y Finestrat.

En cuanto a la presión hospitalaria, ha descendido levemente el número de pacientes con coronavirus en los centros sanitarios de la provincia, al pasar de 758 a 747. Aun así, la cifra sigue siendo de las más elevadas de toda la pandemia, similar a las de finales de marzo y principios de abril. Lo mismo ocurre con la de los ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), que aumenta de117 a 123, registro también similar al de comienzos de abril. 

En vista de este panorama, la Generalitat no descarta decretar un confinamiento domiciliario, tal y como señaló ayer el presidente autonómico, Ximo Puig, en una entrevista en RNE. Preguntado por la posibilidad de tomar esta medida, señaló que «no se puede descartar nada» porque «vamos a vivir semanas extraordinariamente complicadas» por la pandemia del coronavirus.

El jefe del Consell insistió en pedir a los ciudadanos que «se queden en casa» porque, afirmó, en condiciones de pandemia «hay que ser lo más prudentes posible». Además, remarcó que la corresponsabilidad «es la única manera» de hacer frente a la covid-19. «No vamos a poner un policía detrás de cada persona», dijo.

Puig aseguró que en este momento «se dan circunstancias y días muy difíciles para la superación de la pandemia» y expresó que se va a garantizar que el proceso de vacunación continúe en las poblaciones más afectadas por el temporal «Filomena». A finales de la semana que viene, señaló se habrán suministrado todas las existencias de las vacunas de Pfizer con las que actualmente cuenta la Generalitat. El martes habrá finalizado el proceso de vacunación en las residencias, excepto aquellas que tienen brotes activos, y que ya se ha iniciado en centros de salud y hospitales.