La crisis económica por la que atraviesa el sector hotelero de la Costa Blanca, derivada de la sanitaria provocada por la pandemia del covid, ha colocado, definitivamente, contra las cuerdas a los alrededor de 250 hoteles que componen la planta provincial, que han visto caer sus ingresos un 90% en un año. Según los datos de la patronal Hosbec, mientras que el volumen de negocio de los hoteles (alojamiento, pensión completa y extras en el interior del establecimiento) fue de 800 millones de euros en 2019, durante el recién acabado 2020, sin apenas negocio por el covid, la cantidad se redujo a 80 millones de euros, lo que amenaza, incluso, el futuro de muchos establecimientos, cerrados y sin ingresos desde marzo del año pasado. Al margen de que todos, pese al cierre, tengan, además, unos gastos de mantenimiento y financieros que rondan los cien millones de euros entre el pasado octubre y el próximo abril.

Una situación que, en palabras de Nuria Montes, secretaria general de la patronal, requiere un «rescate inmediato para salvar a un sector que agota todas sus reservas, y que ha demostrado siempre su contribución a la economía cuando las cosas van bien. Si se hace con las compañías aéreas, por qué no con los hoteles».

El descontrol del covid en el Reino Unido endurece aún más las condiciones para la movilidad de los turistas

Hosbec considera que el modelo actual de los ERTE ha quedado desfasado, porque, ahora mismo, resulta muy complicado pagar hasta ese 25% de la cuotas de la Seguridad Social que deben abonar las empresas, y reclama una inyección directa de 80 millones de euros para poder mantener la actividad, ante la incertidumbre que suscita el que nadie sepa cuándo comenzará la recuperación. Benidorm, principal municipio turístico de la Comunidad, ha arrancado enero con 11 hoteles abiertos de una planta de 150, «y no descartamos que algún establecimiento decida cerrar por temporada», apuntó Montes. El nivel de reservas para este enero y febrero -se espera que pueda animarse en el fin de semana del día con clientes de la propia provincia- es testimonial. Y lo mismo sucede con el resto de los hoteles de la provincia, que aguantan más por prestigio que por demanda suficiente de habitaciones. En estos momentos se ha cortado hasta el ritmo de reservas para el verano.

Algunas de las cadenas hoteleras, siguiendo la estrategia de compañías aéreas como Iberia, Air Europa y Ryanair, intentan ahora atraer clientes con ofertas que se extienden durante todo el año, permitiendo cancelar la reserva de manera gratuita por cualquier imprevisto que pueda surgir. Meliá ofrece descuentos de hasta el 40% en determinados hoteles si se reserva antes del 24 de enero, mientras que Barceló mantiene los descuentos de hasta el 35%, lo mismo que grupos locales como Servigroup si se contrata a través de su web. NH, por su parte, permite alojarse en sus hoteles hasta marzo con un 25 % de descuento, a la vez que Riu ofrece un 40 % en reservas realizadas en Canarias antes del cuatro de febrero.

Multas en el Reino Unido

Para empeorar la coyuntura, todos los pasajeros que entran desde este lunes a Inglaterra, incluidos los nacionales del Reino Unido, deben presentar una prueba PCR negativa realizada hasta 72 horas antes de su salida. Los pasajeros estarán sujetos a una multa inmediata de 554 euros (500 £), si no cumplen con las nuevas reglas sobre pruebas previas a la salida. Los viajeros que lleguen de países que no estén en la lista de pasillos de viajes del gobierno deberán guardar cuarentena durante diez días, independientemente del resultado de la prueba. El covid retrasa, de nuevo, el inicio de la desescalada para una Costa Blanca cerrada hasta, al menos, marzo, y con riesgo de quedarse a cero en el aeropuerto donde el 60% de los escasos vuelos de este invierno son británicos. Ayer, con todo, hubo diez vuelos con el Reino Unido.

Esfuerzo sanitario para intentar salvar la Semana Santa

El sector turístico de la Costa Blanca insiste, por otro lado, en que se debe hacer un esfuerzo sanitario para intentar llegar a la Semana Santa, aunque sin procesiones, con unas cifras sanitarias controladas que permitan reactivar, al menos, la movilidad nacional. «Ahora es la hora de dejarse de personalismos y corporativismos y acelerar todo lo posible la vacunación de cuanta más población cada día mejor. Que no quede una sola vacuna sin usar», subrayaron ayer desde Hosbec, tras constatar que el descontrol de la pandemia ha bloqueado los viajes de los turista españoles este invierno.