Casi 600 días parecen insuficientes para que Ciudadanos cubra dos puestos estratégicos para las áreas que dirige en el Ayuntamiento: gerente del Patronato municipal de Turismo y director del Teatro Principal. Ambos cargos llevan vacantes desde antes de las elecciones municipales de mediados de 2019.

La silla que lleva más tiempo vacía es la relativa al Patronato de Turismo. En octubre de 2017, el anterior gerente, Agustín Grau, dejó el cargo. Desde entonces, el Ayuntamiento ha impulsado tres convocatorias para cubrir el puesto vacante. Los dos primeros intentos fueron en balde: no hubo candidatos que cumplieran los requisitos marcados. Esos dos fiascos en 2018 se produjeron con el PSOE y después el PP al frente del Patronato de Turismo.

El tercero intento se inició justo antes de la pandemia, en febrero de 2020, ya con Ciudadanos a los mandos. Y se hizo con un cambio de las bases en busca de no volver a tropezar en la misma piedra: el contrato se ampliaba un año más, con tres fijos y una posible prórroga de dos más, y se podrá presentar cualquier funcionario, sin necesidad de que sea del grupo A1. El proceso se paralizó por el confinamiento forzado por la pandemia y no se reactivó hasta a principios de octubre, con el levantamiento de la suspensión de la presentación de instancias. La lista provisional se publicó a principios de noviembre, abriendo un plazo de diez días hábiles de reclamaciones para que los candidatos (solo uno de doce había sido admitido). Desde entonces, hace ya dos meses, no ha habido más noticias al respecto. El puesto sigue a la espera de la lista definitiva. Fuentes municipales alegan que funcionarios clave en el proceso están de vacaciones.

Reunión de los propietarios del Teatro Principal, con el edil de Cultura (a la izquierda), en 2019. | RAFA ARJONES

Nada se sabe tampoco del intento de Ciudadanos de cubrir el cargo de dirección del Teatro Principal, que lleva vacante tras la salida de Francesc Sanguino, que dejó el cargo para ser alcaldable del PSOE en las municipales de 2019. Tras idas y venidas, dispuestas entre la Conselleria de Cultura y el concejal de Cultura, que también mantuvo discrepancias con el alcalde, el despacho sigue vacío. El último compromiso, incumplido como los anteriores, marcaba el pasado noviembre como fecha para una nueva reunión Consejo de Gobierno para perfilar las bases. El mes pasó y no hubo reunión ni tampoco novedad sobre los requisitos que llegaron a enfrentar a ambas administraciones.