Cruz Roja de Alicante está ayudando a medio millar de familias afectadas por la pobreza energética, relacionada con la capacidad de los hogares de mantener una temperatura adecuada en los hogares, que crece en España y afecta al 9,1% de la población (el año anterior fue el 8%). Esta situación, destaca la entidad, impacta especialmente sobre las personas vulnerables. El 50% de las familias atendidas tiene que elegir entre pagar gastos básicos, como llevar una alimentación adecuada o calentar sus hogares.

Para apoyar a las personas afectadas por la pobreza energética, Cruz Roja desarrolla diferentes acciones que van desde la atención a necesidades urgentes, las ayudas para el pago de recibos, la entrega de kits de eficiencia energética y la participación en talleres de ahorro doméstico. En la provincia de Alicante, ha proporcionado durante el 2020 apoyo económico para el pago de 416 recibos de luz, gas y otras ayudas de suministros, según explican en un comunicado.

"Cruz Roja trabaja para que cada Asamblea de la Organización conozca las emisiones de gases de efecto invernadero que genera, establece un plan de reducción de estas emisiones, y compense las que no se puedan reducir financiando proyectos de lucha contra la pobreza energética. Pretendemos ofrecer respuestas integrales a la lucha contra el cambio climático, tanto desde la dimensión interna como externa, trabajando con sus colectivos vulnerables a través de la implantación de medidas de eficiencia energética y reduciendo el impacto de la pobreza energética".

Según explican la ong, mediante actividades de eficiencia energética se logra una reducción anual en términos económicos de 90€ anuales en la factura del hogar y una reducción de unos 11`70KgCO2/kit. "La aportación realizada por Cruz Roja con el kit por hogar supone un importante ahorro en la factura de las familias al cabo del año. Sólo durante el pasado año la Institución humanitaria entregó en la provincia de Alicante más de 450 kits de eficiencia energética e impartió, con el apoyo del personal de la Fundación Naturgy, 64 talleres con personas beneficiarias"

Asimismo, explican que junto a esta labor también se han efectuado pequeñas rehabilitaciones en viviendas para la reparación de instalaciones eléctricas, cambios de ventanas y cristales, reparación de humedades en paredes y baños, renovación de electrodomésticos, entre otros. Hasta el momento la organización en la provincia ha efectuado un total de 8 intervenciones de este tipo en viviendas. "Toda esta labor es posible gracias al trabajo de un equipo donde destaca la participación de más de 20 personas voluntarias que atienden directamente los proyectos, y el apoyo y financiación de Fundación Naturgy y la Diputación Provincial de Alicante".

Peor con el covid

Con la llegada de la pandemia, y la crisis socioeconómica derivada de la crisis sanitaria, se ha agravado notablemente la situación de vulnerabilidad y las necesidades de las personas atendidas por Cruz Roja, según apunta Sara Casas, del Departamento de Medio Ambiente de la organización humanitaria: “A comienzos de año teníamos el objetivo de atender a 15.000 personas a través de nuestro proyecto de pobreza energética pero, con el impacto del covid, hemos visto cómo las necesidades se han disparado y por ello nuestro reto es incrementar en un 15% nuestra respuesta para poder asistir a casi 17.000 personas”, indica la portavoz.

Para incrementar la intervención en el actual contexto de la pandemia, Cruz Roja ha tenido que adaptar sus metodologías para poder seguir atendiendo a las familias más vulnerables. “No podemos entrar en los domicilios, ni hacer formaciones en grupo y por ello se está potenciando las llamadas telefónicas individuales y los webinars grupales para ofrecer consejos de buenas prácticas de ahorro energético, asesoramiento con las facturas y detectar a través de estas llamadas cualquier necesidad adicional de intervención en los hogares como obras ante humedades, problemas de temperatura y confort en la vivienda, cuestiones de riesgo eléctrico, sustitución de calderas, etc”, concluye Casas.