El catedrático Miguel Ángel Goberna, con cerca de 40 años de docencia a sus espaldas, dice estar escarmentado con lo sucedido en los finales del curso pasado por el confinamiento, y aunque es partidario de la enseñanza online, con los exámenes no transige.

Va a ser de los pocos que hagan las pruebas presenciales, un 30%. Ya les llaman «especie a extinguir», ¿cómo se lo toma?

Los matemáticos defendemos la pizarra. Sé que nos considera muy anticuados pero la usa todo el mundo. No hay nada igual que favorezca que se cometan errores, que los alumnos te corrijan y que ellos salgan también, pero se puede hacer una clase bastante parecida online. Sin embargo, con los exámenes no hay comparación, son una estafa.

¿Una estafa? Es fuerte esto.

Mientras no me ordenen lo contrario voy a hacerlo presencial como buena parte de mis compañeros, porque de ninguna manera quiero que se repita lo del curso pasado. Nos vimos obligados a hacerlos online y mis prevenciones de que se podía copiar se cumplieron.

¿Lo sabe a ciencia cierta?

Puse un problema y la cuarta parte de los alumnos modificaron los datos exactamente igual. Se podría considerar anecdótico pero la matrícula por asignaturas en la carrera este año también ha aumentado entre un 25% y un 50%. Hubo un exceso de aprobados y parece que ahora traten de hacer la carrera en rebajas, a gran velocidad. De coger 10 asignaturas han pasado a una media de 15 y 20.

Y entiende que eso no es bueno.

Duele que en poco tiempo se pueda venir abajo todo el trabajo realizado por el prestigio de este grado en la UA, que lo tiene, y hay que certificar a la sociedad que la gente sale preparada. Lejos de predicar a mis colegas sobre lo que tienen que hacer, aquí ha habido un repentino aumento de vocación. Y no quiero decir que nuestra fórmula sea única ni tampoco pontificar las matemáticas, pero dos años consecutivos no se pueden regalar los aprobados porque eso conlleva un serio deterioro a la hora de que los titulados busquen empleo.

Parece que no tiene muy buena opinión de sus alumnos.

Hay gente honrada, pero no todos, y no podemos fiarnos una segunda vez.

Los que los hacen online afirman que hay fórmulas para evitar que se copien.

El trabajo es ímprobo para los profesores, ejercicios aleatorios, variación de problemas con similar dificultad, plazos de entrega, pero aún así lo hacen. No especulo. Han demostrado que básicamente van a copiar.

¿Y no se ha sentido presionado por el alumnado a la hora de decidir el tipo de examen?

Tampoco nos han presionado demasiado. Quizá nos ven como un caso imposible. Igual un par de alumnos intentaron forzarlo diciendo que tenían casos covid en su entorno, pero la normativa es igual para todos y serán presenciales para todos en la asignatura.

La normativa también contempla excepciones por situaciones sobrevenidas.

Para los casos que no lo puedan hacer y lo justifiquen habrá una segunda vuelta, pero con nuestra propuesta de mover el calendario, empezar los exámenes más tarde y correr todas las fechas, se habría evitado el pico de la covid-19.

¿Plantearon esa propuesta de mover el calendario?

Cuesta moverlo todo, y parece que el calendario vaya a misa. También pensamos que no deberían darse clases semipresenciales porque no viene casi nadie, de cero a cinco alumnos, y que toda la enseñanza debería ser online menos los exámenes. Vendrían solo un rato, en aulas con baja densidad. No es descabellado y es lo que opinamos en Matemáticas, que deben hacerse de forma presencial.