«Camas podemos poner en cualquier rincón del hospital, el problema es de dónde sacamos el personal que las atienda». Esta queja de un directivo de un hospital de la provincia resume la situación que se está viviendo estas semanas, con el pico de la tercera ola instalado en toda su magnitud.

Los ingresos por coronavirus no hacen más que crecer y los hospitales tienen serias dificultades para encontrar personal sanitario, especialmente médicos y enfermeras. A las bolsas de empleo vacías se suma además el elevado número de profesionales que se están contagiando de covid en esta tercera ola o que tienen que guardar cuarentena por ser contacto estrecho de un positivo. Todo un quebradero de cabeza para las direcciones de los centros sanitarios. Las cifras hablan por sí solas. En los hospitales de la provincia de Alicante se ha contratado desde marzo a 3.253 personas como refuerzo para la pandemia en todas las categorías, desde médicos a rastreadores o celadores. Estos contratos suponen un aumento de plantilla del 16%, cuando en estos momentos los ingresos son un 90% más que los que hubo en el pico de la primera ola de la pandemia en el mes de marzo.

Personal de Enfermería accede al hospital de campaña. A la derecha, una enfermera hace una PCR. | RAFA ARJONES

Problemas en Enfermería

La situación es especialmente alarmante en el caso de los enfermeros, donde la falta de profesionales, según denuncia el Sindicato de Enfermería Satse, se está supliendo a costa de aumentar las ratios tanto en las UCI como en las plantas de hospitalización. «En muchas Unidades de Cuidados Intensivos hay enfermeras que atienden a tres enfermos de covid, cuando los recomendado son dos dada la complejidad de estos pacientes y la gran cantidad de cuidados que necesitan», explica Trinidad Gomis, secretaria general del Satse en la provincia de Alicante.

Lo mismo ocurre en las plantas de hospitalización, «donde hay profesionales con hasta 14 pacientes a su cargo, cuando no se deberían superar los ocho». Esta falta de profesionales también ha hecho que en muchos centros sanitarios se hayan suspendido los días de permiso y libranzas de las enfermeras y según el Satse en el Hospital General de Alicante «hay compañeras que constantemente doblan y triplican turnos para poder tener todo cubierto».

Esta situación genera «una presión feroz» sobre los enfermeros, como advierte Gomis. «Hay compañeros que se tiran con el traje de protección puesto doce horas al día. La gente está quemada y muy cansada. En nada comenzaremos a ver los efectos psicológicos que esta presión está provocando. Habrá largas colas en las consultas de psicólogos y psiquiatras».

Sanidad es incapaz de encontrar el personal necesario para atender la avalancha de ingresos | RAFA ARJONES

Una solución podría estar en permitir que los enfermeros de los hospitales puedan hacer horas extra fuera de su jornada laboral y cobrar por ello, como así ocurre en los centros de salud y en los quirófanos de los hospitales. Sindicatos como el Satse ya lo han pedido a conselleria y confían en que esta medida se apruebe a la mayor brevedad posible para aliviar la falta de profesionales. Sin embargo, Gomis pide que se adopten otras medidas más allá de permitir hacer horas extras. «Sabemos que hay profesionales que en estos momentos sólo están contratadas por un cuarto de jornada laboral, cubriendo bajas de maternidad de compañeras, y que llevan desde noviembre pidiendo a sus respectivos hospitales que les amplíen al cien por cien el contrato y aún están esperando una respuesta».

En el caso de los médicos, el problema, aunque en menor medida, también es acuciante, sobre todo en aquellas especialidades que están en primera línea de la pandemia, como es el caso de los intensivistas. Para tratar de sortear la falta de médicos, los hospitales están recurriendo a aquellos profesionales que han visto reducida su actividad por la cancelación de operaciones y consultas y los están poniendo a ver pacientes covid. Los profesionales de las denominadas especialidades médicas, como son neurólogos, cardiólogos o internistas, están pasando a reforzar los equipos covid para atender a los enfermos más graves en los hospitales. Mientras que a los médicos de especialidades quirúrgicas, como oftalmólogos o traumatólogos, se les está reclamando para tareas más de segunda línea, como son rastreos, guardias en el hospital de campaña o seguimiento de enfermos que pasan la dolencia en sus casas de forma leve.

Sin más margen

Desde las direcciones de los hospitales reconocen que, además de estas medidas, no disponen de mucho más margen de actuación. «Si conocemos algún enfermero que esté en otra autonomía trabajando y que quiera venir a Alicante, le ofrecemos un contrato, pero mucho más no podemos hacer», explica el directivo del hospital. Traerlos de Alemania, Francia y otros países de nuestro entorno reconoce que es una quimera, «cuando allí cobran mucho más que lo que les podemos ofrecer aquí». La alternativa de buscarlos en Sudamérica tampoco es una opción viable a estas alturas de la pandemia, cree este profesional. «La burocracia que conlleva la homologación de los títulos en estos casos es lentísima. Ya no llegamos a tiempo. Y también en esos países los necesitan».

Ante esta situación, las direcciones de los hospitales se encuentran en la paradójica situación de que por vez primera tienen dinero para contratar pero sin tener a quién. «Conselleria me dice que el dinero no es problema, que contrate a quien quiera, pero no encuentro a nadie y en estos momentos tengo a cien enfermeros de baja. Con reponerlos a ellos me daría con un canto en los dientes».