La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública notificó ayer 2.006 nuevos casos de coronavirus en la provincia de Alicante, así como 36 fallecidos más debido a la pandemia. Con estos datos, el acumulado de afectados desde marzo del año pasado asciende a 113.725, mientras que las víctimas mortales son ya 1.734. A lo largo del mes de enero se han producido 65.266 contagios y han fallecido exactamente 700 personas.

La actualización de la situación trajo ayer cifras mucho más bajas de nuevos casos que en días anteriores, pero al ser domingo cabe achacarlo más al menor número de pruebas y diagnósticos que a un descenso real del volumen de contagios. Los datos del resto de la Comunidad Valenciana abundan en esta tesis, dado que en la provincia de Valencia se notificaron 1.544 casos y en la de Castellón 373, lo que hizo que los nuevos contagios en el conjunto de la autonomía fueran 3.933, casi exactamente la mitad que el sábado.

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Hubo más datos que permiten interpretar que este descenso repentino de nuevos casos era meramente circunstancial. Uno de ellos es el abultado volumen de fallecidos, que han sido 95 en toda la Comunidad, tan solo tres menos de los notificados ayer; los 36 de la provincia de Alicante suponen el noveno registro más alto de todo el mes. Y otro indicador claro de que la ola todavía no remite es que la presión hospitalaria, lejos de seguir descendiendo, vuelve a aumentar. Según la Conselleria, en los hospitales de la provincia hay 1.772 pacientes con coronavirus, 55 más que el sábado, y también se incrementa la ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), donde son ya 258 las personas ingresadas.

En cuanto a nuevos brotes, en la provincia contabilizaron únicamente cuatro. Sin embargo, todos ellos se han registrado en el ámbito educativo, y localizados además en dos poblaciones: Ibi y Orihuela, con dos focos en cada una. Los de la villa juguetera suman 11 casos, mientras que los de la capital de la Vega Baja concentran 15 contagios.