La patronal hotelera de la Costa Blanca ha terminado por aceptar que, pese a que aún quedan ocho semanas, para el primer gran puente festivo del año, la Semana Santa, que este año cae el 1 de abril, el periodo está prácticamente perdido. Los hoteleros no pierden la esperanza pero, según subrayó este miércoles Nuria Montes, secretaria general de Hosbec, con el descontrol de la pandemia en España en general, y en la Comunidad Valenciana en particular, resulta muy complicado que se pueda pensar en que los turistas se vayan mover en los próximos dos meses. «Ojalá tuviera razón la ministra Reyes Maroto y hubiera una Semana Santa normal, pero lo vemos muy complicado. Las cifras de contagios diarios por covid no nos pueden hacer ser optimistas, y lo único que nos queda es esperar a que funcionen la vacunas y, repito, ojalá nos equivoquemos. Lo que está claro es que los hoteles están preparados para abrir en cualquier momento en cuanto mejore la movilidad y se pueda viajar con seguridad».

Los hoteles de la provincia y del conjunto de España se resisten, no obstante, a perder al completo la Pascua, pese al descontrol de la pandemia, las pocas esperanzas dadas por la Generalitat y las autorestricciones de las compañías aéreas que no prevén recuperar cierta normalidad hasta abril. La patronal Cehat ha pedido, en este sentido, al Gobierno que, al menos, agilice corredores sanitarios seguros en las próximas semanas entre las comunidades autónomas. A falta de 8 semanas para Pascua, los empresarios confían en que el control del covid pueda mejorar. Los hoteleros, según fuentes de la patronal, son conscientes de que no será igual, pero apelan a que se acepte, por ejemplo, el test de antígenos como prueba válida para poder viajar por España.

De momento, sin embargo, admiten que no hay movimiento de reservas para la Semana Santa. Sí para el verano, otoño e, incluso, 2022. El aeropuerto de Alicante-Elche continúa semiparado con apenas ocho vuelos diarios y cierta actividad los fines de semana, pero centrada en el movimiento de los residentes extranjeros que tienen una segunda residencia en la Costa Blanca.

La patronal volvió a recordar que el sector atraviesa por una situación «dramática» en la tercera ola de covid, pero insiste en que cuenta con todas las medidas de protección posibles y los protocolos necesarios para reanudar la actividad en el momento en que sea posible. A pesar de la difícil situación, el presidente de Cehat, Jorge Marichal, subraya que las empresas están «deseosas de volver a funcionar con normalidad en cuanto se den las condiciones sanitarias adecuadas». Desde la Confederación destacan a través de un comunicado, que durante todos estos meses se ha demostrado que los protocolos en el ámbito del alojamiento están funcionando puesto que «ninguna ola ha sido provocada por el turismo y no ha habido brotes achacables a ninguna instalación hotelera».

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Junto a la esperanza del sector puesta en la campaña de vacunación, la patronal hotelera celebra también la iniciativa del pasaporte sanitario digital como elemento clave para que se pueda viajar con seguridad. La patronal apunta que era necesario contar con un certificado único a nivel mundial para garantizar una movilidad segura y aplaude la posición de la ministra de Turismo, Reyes Maroto, «que ha convertido a España en pionera en solicitar este pasaporte».

Por su parte, Exceltur, «lobby» del que forman parte las principales empresas turística del país, entre otras las alicantinas Balearia y Servigroup, y la Organización Mundial del Turismo, no ven el final de la crisis hasta el segundo semestre de 2022. La patronal advierte en un informe que el descontrol de la pandemia del covid va a retrasar la recuperación turística, y una vuelta a la situación de 2019, hasta como pronto 2023, fecha que consideran el 51% de los empresarios. Los más pesimistas (13%) estiran la recuperación definitiva a años posteriores. Con todo, Exceltur espera que el próximo verano puedan levantarse un poco los resultados de este año 2020 que se ha iniciado catastrófico porque la Semana Santa está perdida debido la lentitud de las vacunas. Los empresarios han reclamado al Gobierno que considere al personal del sector entre los colectivos prioritarios a la hora de las vacunaciones, dado el carácter estratégico de turismo y hostelería para la economía española.