Ir al colegio sorteando zanjas, vallas y vehículos. Es lo que les ocurre a los que acuden al centro La Aneja y al Conservatorio de Música y Danza, en el Monte Tossal. ¿El motivo? Unas obras que está llevando a cabo la concejalía de Infraestructuras para la canalización de una tubería para riego.

Los trabajos arrancaron hace unas semanas en la calle Escultor Bañuls, a la altura del hipódromo, y, tras sortear la rotonda por la que se accede al CDT, han llegado ahora a la calle sin salida en la que se encuentran el Conservatorio y el colegio.

Excavadoras, vallas, zanjas y operarios se juntan con varios cientos de vehículos que acceden cada día a los dos edificios a primera hora de la mañana, montando un pequeño tapón.

Para los que acuden a pie la situación se complica porque las señalizaciones no son todo lo claras que deberían. Por ello no es difícil ver cómo más de uno corta por lo sano y va andando por la carretera o cruza entre los vehículos que van en cada sentido.

Una mujer y una niña cruzan por una carretera junto a un cole en Alicante Rafa Arjones

Dos policías locales regulan el tráfico todas las mañanas justo en la entrada al Conservatorio, donde se produce un cuello de botella porque, para colmo, la carretera se estrecha y no caben el autobús escolar y un coche. El viernes uno de los agentes se tuvo que desplazar hasta la rotonda ante el evidente riesgo para los viandantes, que tampoco tenían claro por dónde se podía ir por la escasa señalización.

«Es un lío, vas por la calzada y de sopetón te encuentras con que está cortada y te toca invadir la carretera, con los coches pasando por el lado», lamenta una madre que lleva a su hijo al colegio.

Para los que van cargados con su instrumento musical al Conservatorio todavía es peor: «Me pesa un montón y el otro día casi me caigo, la carretera está pésima», reprocha un estudiante.

La concejalía confirma que esta semana finaliza la obra, que se ha complicado porque «había piedra y ha costado un poco más de lo previsto», explican fuentes municipales.