¿Cómo se encuentra el ánimo de las personas tras 11 meses de medidas anticovid?

Esta situación que se está dando durante tanto tiempo nos afecta a todos los niveles. Aumenta la ansiedad, cuadros depresivos, síntomas de desesperanza, baja socialización... Pero en otros ámbitos, como la alimentación, el sueño, el desempeño profesional y los estudios también nos está provocando alteraciones importantes.

¿Por qué no respetamos las normas sanitarias o intentamos incumplirlas?

Las imposiciones no se llevan demasiado bien pero, además, cuando el sentir general es que parece que no hay nada demasiado claro, tenemos una combinación peligrosa. La gran incertidumbre de esta situación y de cuándo va a acabar ha generado una falta de creencia en los organismos públicos que son los que nos han ido trasladando el estado de la situación actual y las restricciones asociadas a cada momento. De ahí que ciertas personas decidan saltarse las restricciones.

¿Cree que las infracciones son más numerosas entre los jóvenes que entre los mayores?

Creo que quizá haya sido más visible en los jóvenes porque están en una edad en la que se desafía lo impuesto y porque tienen una percepción de riesgo menor. Pero pienso que no son ellos los únicos que se han saltado las restricciones. Se han visto muchas terrazas de bares llenas de personas no tan jóvenes, sin mantener distancia y sin mascarilla.

¿Como seres humanos tenemos necesidad de incumplir las normas o lo hacemos por causas concretas?

Las personas tendemos a incumplir lo que se nos impone, y esto se agrava cuando no entendemos claramente el motivo por el que se nos manda hacer algo o se dan pautas contradictorias.

¿La pandemia provocará problemas psicológicos?

Sin lugar a dudas. Esto tendrá un efecto psicológico negativo en todas y todos. Especialmente en los niños y las niñas, puesto que ellos están desarrollando su socialización y cuando antes les decíamos que tenían que compartir, ahora les decimos que no toquen a otros, que no cojan nada de lo que les den. Eso tiene un impacto en cuanto a que aprenden a ver a otras personas como potencialmente peligrosas.

¿Cuáles son los trastornos que esta situación puede generar en una persona? ¿Están aumentando las consultas?

Por supuesto ha habido un incremento de casos de ansiedad, depresión y trastornos obsesivos compulsivos. Yo tengo pacientes a los que esta situación les ha causado un empeoramiento de sus patologías. También ha habido problemas familiares, puesto que cuando una familia está desestructurada, al estar confinada la situación empeora. Actualmente las personas que han necesitado ayuda por esta situación, han acudido en primera instancia a su médico de familia, por lo que ha habido un incremento en el consumo de ansiolíticos y antidepresivos, con el fin de ver si se provoca una mejoría y, si no, poder derivarlos a la Unidad de Salud Mental. Hay que tener en cuenta que no todo el mundo se puede permitir acudir a una consulta particular, puesto que muchas familias han visto mermados sus ingresos.

¿El aislamiento social nos afecta a todos por igual?

No, porque hay personas que tienen mucha resiliencia y esta situación no les ha provocado un malestar significativo. Sin embargo, cuando todo esto termine, el carácter de otras personas puede haber cambiado y mostrarse más recelosos y distantes.

Hay personas mayores que por miedo al contagio llevan desde marzo sin salir de casa ¿Les puede pasar factura?

Hay personas mayores que están encerradas en casa, han vivido con mucho miedo estos momentos y verse abocados a una situación de aislamiento les ha provocado, en muchos casos, un deterioro cognitivo importante y, en otros, ha precipitado la aparición de demencias.

¿Hay perfiles psicológicos más proclives que otros a saltarse las normas?

Las personas que desafían a las autoridades, que piensan que los demás tenemos obligaciones y ellos derechos, son las que han transgredido las normas en situaciones normales y ahora lo siguen haciendo.

La Policía impidió a un hombre procedente de Murcia saltarse el cierre perimetral en Alicante el pasado fin de semana tras alegar que iba a tener sexo con su novia, y que el sexo era una «necesidad básica que está permitida» ¿Qué opinión le merece?

Hay actitudes de personas que no son justificables, que parece ser que todavía no se han enterado de que en España han muerto más de 60.000 personas y que frenar esto es cosa de todos.

Si tuviéramos la certeza de que no nos van a multar, ¿cuántos incumpliríamos las normas?

Creo que la mayoría cumplimos las restricciones, no por miedo a la sanción, sino por concienciación. Pienso que se las saltarían como mucho tres de cada diez.

¿Qué puede resultar más duro: llevar la mascarilla, no poderse reunir, el toque de queda o el cierre perimetral?

Probablemente el toque de queda. Creo que es lo que nos puede resultar más difícil de cumplir.

¿Qué cosas buenas hemos aprendido con la pandemia?

Hemos aprendido a disfrutar y valorar las pequeñas cosas, ser más solidarios, aprovechar más y mejor el tiempo en casa y, en general, creo que a la mayoría nos ha hecho crecer como personas.

¿Cómo se puede fortalecer la salud mental en esta situación?

Tenemos que intentar ver esta situación como una prueba que se está superando y pensar que cuando todo acabe, volveremos a disfrutar de tantas cosas que ahora no podemos realizar.

¿Qué pediría a la sociedad?

Que seamos más conscientes de que juntos lo vamos a conseguir y que las restricciones no nos las tienen que imponer, sino que cada uno de nosotros debe ser consecuente con sus actos.