La última actuación del análisis de los restos de coronavirus en las aguas residuales de Alicante ofrece una buena noticia y otra mala. La parte positiva es que los registros en las seis estaciones repartidas por la capital alicantina son los segundos mejores de los últimos tres meses, es decir incluyendo la segunda y la tercera ola de la pandemia. La parte negativa es que los valores que se detectan no permiten confiarse, ni mucho menos, ya que todavía se encuentran en cifras preocupantes, entre moderadas y altas. Eso sí, ningún registro se eleva hasta el nivel de muy alto, que ha sido habitual en los análisis de las últimas semanas.

La nueva actualización del análisis impulsado por Aguas de Alicante y el Ayuntamiento de Alicante arroja datos que se mantienen fieles a una serie iniciada el pasado mes de julio, y que pasó a ser semana con el empeoramiento de datos durante el mes de septiembre. La zona que arroja peores datos sigue siendo la vinculada a la Zona Norte, que también incluye barrios como El Pla y Garbinet, con 5.200.000 de unidades de genoma por litro de agua. En segundo lugar se sitúa el desdoblamiento del colector general, donde «cohabitan» barrios como Benalúa, Ensanche, Carolinas y Altozano, con un registro que se queda en las 2.600.000 ug/l. Entre los datos de las tres siguientes zonas apenas existen diferencias: el entorno de la Albufereta y Miriam Blasco se queda en las 1.800.000 ug/l, seguidas de cerca de dos zonas con 1.400.000 ug/l, como son el colector oeste (Florida, Ciudad de Asís, San Blas, PAU 1 y 2 y Rabasa) y Playa San Juan y el PAU 5.

En la última actualización del estudio, con datos de aguas analizadas el 5 de febrero, el distrito con datos más esperanzadores sobre la presencia de restos biológicos de coronavirus en las aguas residuales de Alicante es el que incluye el Colector General y la zona del litoral-centro urbano, es decir del Centro (hasta Alfonso el Sabio) y barrios del litoral sur, con 480.000 ug/l. Todos los últimos registros en la ciudad se quedan por debajo de la barrera psicológica de los 10.000.000, donde se sitúa el limite de los valores «muy altos». Así, los últimos datos se mueven entre los niveles moderado (500.000 a 1.000.000) y alto (1.000.000 a 10.000.000).

Durante toda la serie histórica que arrancó el pasado julio, los registros globales más preocupantes, que evidenciaban la situación del covid en toda la ciudad, se dieron a mediados de noviembre y en la recta final de diciembre, justo después de la Nochebuena y la Navidad. La capital alicantina, con todo, sigue muy lejos de las cifras del principio de la serie, durante el pasado verano, cuando los registros se movían entre los 48.000 ug/l y los 560.000 ug/l, salvo controles puntuales.

El análisis científico de las aguas residuales, en declaraciones de las responsables del proyecto en València a la agencia EFE, permite prever un brote de covid entre diez y quince días antes de que ocurra. «A través de las aguas residuales se puede descubrir si en un edificio hay algún contagiado por covid aunque sea asintomático, lo que permite, a partir de ahí, hacer unas pruebas PCR más detalladas que permiten acotar y llegar al contagiado antes de que esta persona pueda originar un brote», señalan desde València.

Alicante recibe el informe de Sanidad seis semanas después

Tras seis semanas de silencio, el Ayuntamiento de Alicante ya ha recibido el informe sobre la situación epidemiológica, que remite la Conselleria de Sanidad a través de la Subdirección General de Epidemiología, Vigilancia de la Salud y Sanidad Ambiental. El último informe está fechado el 5 de febrero con datos consolidados del 1 de febrero. El anterior estudio tenía fecha del 29 de diciembre, con datos de dos días antes. Ese prolongado silencio desde Sanidad generó malestar en el bipartito, tras el compromiso de la consellera de actualizar semanalmente los datos.