Los inmigrantes que lleguen a Alicante y que por haber estado en contacto con algún positivo en covid tengan que guardar cuarentena ya tienen donde hacerlo. Después de semanas buscando un alojamiento, será en un hostal situado en una población del cinturón metropolitano de Alicante donde podrán confinarse hasta que se descarte la posibilidad de contagio.

La Conselleria de Justicia encargó a Cruz Roja el cometido de encontrar una «solución habitacional» para este colectivo después de que la incidencia de la pandemia obligara a recuperar para lo que creó el hospital de campaña, donde desde agosto se ha venido internando a los inmigrantes que habían compartido patera con un positivo en covid. Desde agosto y hasta ese momento por esa enorme carpa han pasado alrededor de un centenar de inmigrantes y, aunque en estos momentos no hay nadie, Justicia quería tener previsto el recurso para cuando con el buen tiempo se reactive el tráfico de pateras.

El hospital de campaña tiene una capacidad para 240 camas de las que se han habilitado 80 y ayer estaban ocupadas 12. La media ha superado en poco la veintena.

En un principio se barajó como solución uno de los hoteles situados en el entorno de la Euipo, instalación que se acabó descartando por los problemas que presentaba para mantener la vigilancia, que viene ejerciendo el Cuerpo Nacional de Policía. A continuación se contactó con la Asociación Provincial de Hoteles desde donde aseguraron a finales de enero que ninguno de sus asociados había manifestado interés por ofrecer este servicio. «Una gran parte de los hoteles se mantiene cerrado por la pandemia y al resto no le interesa porque no compensa ya que ni se sabe cuántas habitaciones se necesitan», precisaron.

Las gestiones que se han venido realizando desde entonces han dado con hostal en el que se irán reservando las habitaciones que se precisen. El alojamiento en este establecimiento para los inmigrantes estaría garantizado al menos hasta el próximo junio.

Requisito: que la vigilancia del establecimiento no sea complicada

El local elegido para internar a los inmigrantes que tienen que pasar la cuarentena no tenía que presentar grandes dificultades para su vigilancia. Era uno de los requisitos que se pusieron vistos los quebraderos de cabeza que para la Policía supuso el control en el hospital de campaña, una instalación que no estaba pensada para el uso que se le tuvo que dar por la incidencia de la pandemia. Por ese motivo se descartaron otras propuestas.