La Policía Nacional de Alicante ha detenido a una joven por sustraer más de 30.000 euros de la cuenta bancaria de una señora de avanzada edad a la que cuidaba. La acusada habría escuchado y anotado el pin de la tarjeta a través de una conversación telefónica en la que la víctima se lo indicaba a unos de sus familiares. A partir de ese momento, realizó múltiples compras a través de internet, así como retiradas de dinero en cajeros bancarios. Ya ha sido puesta a disposición judicial.

La investigación comenzó cuando el Grupo de Delincuencia Económica de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante recibió varias denuncias de una señora mayor en la que les explicaba que se habían estado dando una serie de cargos en su tarjeta de crédito que ella no estaba realizando.

La víctima se trataba de una persona vulnerable y de avanzada edad, por lo que los agentes centraron la investigación en el entorno de la misma para hallar al culpable. Pronto se percataron de que la señora había sido atendida durante el confinamiento por una joven que estuvo en la vivienda trabajando como cuidadora en régimen de interna.

Los investigadores examinaron los movimientos de la cuenta bancaria de la señora mayor, y comprobaron que las fechas correspondían con los meses que en los que esta joven, de 27 años, había estado en la vivienda atendiéndola. 

Cuando los agentes tomaron declaración a la víctima, les manifestó que durante el confinamiento, al no salir de su domicilio por el riesgo de contagios, realizó numerosas compras online con una tarjeta que guardaba en el domicilio, ayudándose para realizarlas de familiares con los que contactaba por teléfono. Fue en una de esas conversaciones en las que la cuidadora pudo escuchar el pin de la tarjeta.

A partir de ese momento, cuando la cuidadora tuvo acceso completo a la cuenta, se llegaron a efectuar unos 60 cargos en compras por internet a una conocida plataforma de comercio electrónico y se realizaron retiradas de dinero en efectivo acudiendo hasta en 48 ocasiones a cajeros de bancos cercanos.

El perjuicio económico que la presunta autora causó a la anciana mujer superó los 30.000 euros y una vez los agentes la detuvieron y tomaron declaración en dependencias policiales, admitió su culpa y se arrepintió de lo sucedido.

Tras su detención, los agentes realizaron un registro en su domicilio y pudieron recuperar parte del dinero en efectivo sustraído