Bolsas de empleo vacías y falta de manos en los hospitales y en los centros de salud, sobre todo de enfermeros y médicos, para atender a pacientes de coronavirus. Es la tónica que se está viviendo en los centros sanitarios de la provincia desde que estallara la pandemia de coronavirus. Sin embargo, y pese a esta falta de profesionales, Sanidad apenas ha tirado de médicos y enfermeros jubilados para reforzar a las agotadas plantillas hospitales y centros de salud.

Dos bolsas

Y eso que ofrecimientos no le han faltado. Tanto en la primera como en la tercera ola de la pandemia se han abierto dos bolsas para profesionales jubilados que quisieran ayudar de forma voluntaria. Según reconoce la propia Conselleria de Sanidad, en la primera bolsa que se creó se apuntaron 160 personas, entre enfermeros y médicos de toda la Comunidad Valenciana. De ellos al menos 68 médicos eran de la provincia. Sólo fueron llamados en las tres provincias nueve médicos. Desde el departamento de Ana Barceló justifican este bajo número de personas movilizadas en «la necesidad de reforzar la estructura de Salud Pública», por lo que sólo se movilizó «a los jubilados que acreditaban experiencia y conocimientos en las áreas de Epidemiología y Salud Pública». De esta forma se evitaba movilizar a estos profesionales para tareas asistenciales. El grueso de estos 160 profesionales no fueron movilizados ni en la primera ola ni en los meses posteriores.

A finales de enero, cuando la tercera ola de la pandemia ya arreciaba, los hospitales estaban al borde del colapso y los centros de salud totalmente desbordados, se volvió a activar otra bolsa de jubilados, en esta ocasión sólo para tareas de vacunación. En ella se han inscrito 227 profesionales entre médicos y enfermeros. De momento no se ha llamado a nadie, contestan desde Sanidad, aunque la campaña de vacunación comenzó a finales de diciembre y pese a que la falta de médicos y enfermeros ha sido peor ahora que en marzo, un auténtico quebradero para las direcciones de los departamentos sanitarios.

Tanto el Colegio de Médicos como el de Enfermería aseguran no entender muy bien por qué no se ha movilizado a un mayor número de profesionales jubilados que estaban dispuestos a volver al tajo para poder descargar a sus compañeros. «Desde el principio hemos ofrecido a la Conselleria de Sanidad toda la ayuda posible, tanto a través de la cesión de nuestras instalaciones como ofreciendo a personal jubilado voluntario», explica German Schwarz, vicepresidente del Colegio de Médicos de Alicante. La institución colegial llegó a elaborar en la primera ola de la pandemia su propia bolsa de voluntarios, en la que se inscribieron 68 personas «y que no llegamos a utilizar porque Conselleria nos dijo que elaboraba la suya propia». Schwarz cree que Sanidad podría haber sacado mucho partido de los profesionales jubilados sin necesidad de haberlos puesto en primera línea de la pandemia. «Por ejemplo para hacer un rastreo de contactos no hace falta que estén de manera presencial en un hospital o en un centro de salud, con un teléfono y una habilitación para acceder a los datos de los pacientes es suficiente, algo sencillo de lograr».

German Schwarz, vicepresidente del Colegio de Médicos

Desde el Colegio de Enfermería de Alicante, su presidenta, Montse Angulo, asegura no entender por qué no se movilizó a ninguno de los enfermeros que se ofrecieron a trabajar en marzo, teniendo en cuenta que las bolsas de Enfermería son las que más falta tienen de profesionales y que la contratación de estudiantes de último año que hizo Sanidad tampoco alivió la falta de manos en los hospitales. Tampoco en el caso de los enfermeros cree Angulo que era necesario ponerlos a atender covid en primera línea. «Podían destinarse a rastreo o a seguimiento telefónico de pacientes que están con covid en sus casas para de esta forma liberar a profesionales que están haciendo estas tareas en los centros de salud» y que pueden ser útiles para reforzar otros servicios.

Montse Angulo, presidenta del Colegio de Enfermería

El Colegio de Enfermería ha creado en esta tercera ola de la pandemia una bolsa de voluntarios jubilados para que den soporte a Sanidad en la campaña de vacunación frente al coronavirus. «Esperamos que en esta ocasión sí los llamen, junto a los estudiantes de los últimos cursos del grado de Enfermería, tal y como hemos propuesto desde el colegio».

Problema endémico

La falta de personal es un problema que viene de largo en la sanidad alicantina. Sólo para equipararnos a la media española de 3,2 médicos por cada mil habitantes serían necesarios cerca de 400 facultativos más en los hospitales y centros de salud. Peor es la situación en el caso de las plantillas de Enfermería, donde faltan más de un millar de profesionales si queremos alcanzar los cuatro enfermeros que de media hay en el conjunto de España. Y todo partiendo de la base de que España está a años luz de otros países europeos en el ránking de sanitarios por población. El gran problema es que, aunque se les busque, no hay médicos ni enfermeros para trabajar. Muchos de ellos optaron por emigrar al extranjero en busca de mejores condiciones laborales.