La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura acordó en su reunión de ayer autorizar, con cargo al mes de febrero, un trasvase de 38 hectómetros cúbicos a la provincia y Murcia. Este agua, por ahora, se seguirá almacenándose en los embalses de cabecera por las obras que desde octubre se realizan en La Bujeda, donde en abril de 2020 se detectaron unas fugas que no comenzaron a repararse hasta octubre, dejando seco los tubos que transportan el agua a los regantes alicantinos desde entonces. En cualquier caso, esos 38 hectómetros aprobados dan una tranquilidad añadida a los regantes, que ya saben que gracias a las lluvias pero, especialmente a las nevadas, los dos pantanos de referencia se estaban recuperando en este 2021.

Esos 38 hectómetros cúbicos, explica la Comisión de Explotación, no son ni más ni menos que una respuesta a lo establecido en el marco legal que rige esta transferencia. «El informe de situación y tomado en consideración por la Comisión indica que, a 1 de febrero de 2021, el volumen embalsado en Entrepeñas y Buendía era de 698,8 hectómetros cúbicos, quedando un volumen autorizado pendiente de trasvasar de 60, por lo que resulta un volumen de embalse efectivo de 638,8, superior al umbral de 597 que corresponde al límite de situación hidrológica excepcional para el mes de febrero. Por tanto, el sistema se sitúa en nivel 2 y debe autorizarse, en aplicación automática de la norma vigente, un trasvase de 38 hectómetros cúbicos», dice en un comunicado.

¿Cuándo vendrá agua? Esa es una pregunta que dependerá de cuándo finalicen los trabajos de reparación porque la comisión en la misma reunión, también analizó la marcha de los mismos para justificar un retraso por la borrasca Filomena. «El programa de trabajos para la reparación de la avería detectada se vio alterado. La previsión es finalizarlos en marzo», aseguran desde la comisión.

La rotura se produjo en el dique principal de La Bujeda, tras haber detectado filtraciones en el lugar. Esta infraestructura constituye el punto de partida para el agua procedente de los embalses de Entrepeñas y Buendía y permite su regulación y posterior bombeo al canal del trasvase.

Desde que se detectó el problema, y con un seguimiento por parte de la Dirección General del Agua y de la Confederación del Tajo, los técnicos de la empresa Naturgy han venido realizando diferentes estudios y ensayos. La previsión es que pueda comenzarse el llenado del embalse a mediados de marzo, en caso de producirse lluvias de cierta consideración podrían verse afectados los trabajos con arcillas que se están realizando en el vaso para asegurar su impermeabilidad.