La hora en la que comienza el toque de queda en Alicante acaba de llegar y las calles de una ciudad donde el bullicio de los bares es característico están ahora desérticas. De lejos se intuye el sonido de una motocicleta. Es el turno de ellos, los encargados de amenizar las noches de un fin de semana marcado por el cierre perimetral y repartir por la ciudad esa cena que tanto apetece, y que debido a las restricciones sanitarias es imposible poder consumir de otra forma. El reparto a domicilio del fin de semana está salvando el mes a los establecimientos de restauración en Alicante, quienes cuentan que la única ganancia que han conseguido es mantener a su plantilla contratada al completo.

Cientos de restaurantes en la provincia han tenido que reinventarse para poder sobrevivir a estos duros momentos marcados por el cierre de la hostelería y la restauración, donde la única forma de poder llegar a fin de mes es con el reparto a domicilio, más concretamente gracias al volumen de demanda que tienen los fines de semana. «La situación de ahora no es como la de antes pero por lo menos con la caja que hacemos los jueves, viernes, sábados y domingos no hemos tenido que despedir a nadie, algo que para nosotros es un lujo», señala Jesús, el propietario de una hamburguesería típica de Elche con más de diez años de vida.

Vehículos hacen cola para recoger sus pedidos en un local de comida rápida. | HÉCTOR FUENTES

Asimismo, Manuel, responsable de una franquicia de hamburgueserías en Alicante, señala la dificultad que están teniendo para rentabilizar el mes en su establecimiento, donde su principal satisfacción reside en que mantiene al completo a su plantilla. «Sí, hay muchos más pedidos que antes de las restricciones, sin embargo, no se acercan en absoluto a la facturación anterior. Los fines de semana se concentra la mayor parte del volumen, en cambio entre semana y sobre todo para las comidas los pedidos son muy pocos, esos días nos cuesta mucho llegar al mínimo», señala.

Muchos de estos establecimientos de servicio a domicilio coinciden en la necesidad que han encontrado con esta nueva forma de servicio al tener que invertir en un buen «packaging» para no echar de menos cenar en un restaurante y un rápido reparto para que el cliente vuelva a pedir la cena en ese lugar. «Hemos tenido que invertir en un tipo de papel aluminio con antigrasa por dentro que mantiene por mucho más tiempo el calor de nuestros productos», señala el responsable de otra hamburguesería de éxito en Elche.

Por otro lado, otros muchos negocios que, anteriormente no tenían reparto a domicilio por el tipo de carta que tenían y el espectáculo que había tras sus platos, se han visto abocados incluso a bajar precios debido a que no es lo mismo «consumir en el establecimiento un plato tratado al detalle que servirlo en una caja de cartón viajera», señala Andrés González, propietario de un establecimiento de comida fusión mexicana y japonesa ubicado en el centro de Alicante. Así, para todos ellos las redes sociales están constituyendo un pilar fundamental en la nueva forma de hacer publicidad. «Antes utilizábamos mucho el buzoneo, ahora si tu producto es bueno, cuidas a tu cliente y tienes una red social interactiva y bonita los clientes nuevos llegan casi solos, lo difícil es mantenerlos», afirma el responsable de un establecimiento especializado en ramen en Alicante. Así, algunos afirman que han tenido que invertir en esta nueva fórmula publicitaria para contratar a una persona encargada de llevar las redes sociales para llevar a cabo campañas de publicidad online, sorteos e interacción con el cliente.

«¿Cuándo abriremos?»

Tras toda esta innovación se esconde una preocupación muy grande, que a muchos de los propietarios les roba el sueño, y es «¿cuándo nos dejarán abrir?». Todos señalan los datos sobre contagios en restauración para indicar que llevando a cabo las medidas de seguridad, los restaurantes son sitios seguros. «Esta situación la podemos aguantar de forma momentánea, pero necesitamos trabajar al 100% porque estamos abocados al cierre», indican.

Así, todos coinciden en la necesidad de reformular las medidas de seguridad para poder abrir sus negocios y que toda la inversión en medidas de seguridad llevada a cabo durante este duro año sea rentabilizada. «Parece que nuestro trabajo ha sido en vano, somos los castigados en esta crisis», concluyen.

Te puede interesar:

DeliveryElche, el apoyo a la hostelería ilicitana

Los grandes costes económicos que supone para un restaurante contratar una empresa de delivery ha hecho que muchos hosteleros de Elche se hayan unido para crear DeliveryElche, una plataforma dedicada en exclusiva a la hostelería ilicitana. En ella, se encuentran restaurantes, establecimientos de comida para llevar, e incluso churrerías, con el objetivo de apoyar el comercio local y ponerle fin a las enormes comisiones que se llevan las famosas plataformas de reparto a domicilio y la situación de precariedad de sus trabajadores.