178 iglesias, solares, fincas, locales o viviendas diseminadas prácticamente por todas las poblaciones de Alicante. La Iglesia católica inmatriculó entre 1998 y 2015 un total de 178 propiedades en la provincia de Alicante gracias a una reforma de la Ley Hipotecaria realizada durante el Gobierno de Aznar, que permitió que la institución eclesiástica pudiera inscribir por primera vez en el Registro de la Propiedad miles de inmuebles presentando únicamente un certificado eclesiástico como prueba de su titularidad. El Gobierno central dio a conocer ayer las 34.961 fincas que la Iglesia registró en toda España gracias a este proceso, 912 de las cuales se encuentran en la Comunidad Valenciana y, de ellas, 178 en la provincia de Alicante.

La publicación de este listado no sólo saca a la luz los inmuebles que se habrían registrado a favor del clero en aquellos años sino también, y lo que es más importante, abre por primera vez la puerta para que cualquier particular o Administración pública pueda reclamar la propiedad de dichos bienes si tiene algún documento que lo acredite, ya sea por «vía administrativa», para que la Administración General del Estado abra la investigación correspondiente, o por «la vía de los tribunales», según explicó ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, al dar cuenta del informe tras el Consejo de Ministros. No en vano, de las 178 propiedades que la Iglesia registró a su nombre en la provincia en este periodo, en 155 casos la inscripción se produjo presentando como prueba un simple certificado eclesiástico, mientras que en los 23 restantes sí medió un título distinto para certificar la titularidad, siempre según el informe presentado ayer por el Gobierno, que ahora será remitido al Congreso de los Diputados.

Consulta aquí el listado íntegro de los inmuebles inmatriculados

La mayoría de los bienes son religiosos aunque también hay dos solares en Elche, una parcela en Pego y otra en Xixona y varias viviendas. La Concatedral de San Nicolás en Alicante, la Basílica de Santa María en Elche, la Catedral del Salvador o el Palacio Episcopal de Orihuela o la Iglesia de San Jaime y Santa Ana de Benidorm son algunos de los templos que aparecen en el listado y, en todos los casos, tienen un titular común: el Obispado de Orihuela. Porque, en un simple vistazo al informe, también se deduce que el propio Obispado fue en este periodo el que inscribió a su nombre un mayor número de propiedades: 82 de las 178 que constan como inmatriculadas en la provincia, la mayoría de las cuales tan solo requirieron este certificado eclesiástico para su inscripción.

El interior de la Concatedral de San Nicolás de Alicante, en una misa oficiada por el obispo. | JOSE NAVARRO

Entre los bienes registrados a nombre del Obispado figuran también ermitas, parcelas rústicas o urbanas, locales, viviendas e incluso cementerios en grandes y pequeños municipios, desde Sax a Orxeta, pasando por Mutxamel, Almoradí, Aspe, Callosa de Segura, Granja de Rocamora, San Isidro, Albatera, l’Alfàs del Pi, Beniardá, Benifato, Benimantell, Bolulla, Callosa d’en Sarrià, Confrides, l’Abdet, Tárbena, Calp, El Campello, Crevillent, Petrer, Elda, Guardamar, Ibi, Onil, Busot, Xixona, Monóvar, Novelda, Finestrat y Relleu. En todos estos municipios, el Obispado puso a su nombre uno o varios bienes que ahora, por primera vez, podían ser reclamados por otros titulares.

Además del Obispado, en muchos otros casos la titularidad coincide con el nombre del propio bien inmatriculado. Por ejemplo, la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel de Daya Nueva tiene como titular a la «Parroquia de San Miguel Arcángel de Daya Nueva», algo que se repite en poblaciones como Villena, La Cañada, Campo de Mirra, Pilar de la Horadada, Vall de Laguar, Vall de Gallinera, Tormos, Sagra, Ràfol d’Almunia, Pego, Murla, Castell de Castells, Benichembla, Adsubia, Pedreguer, Ondara, Alcalalí, Benidoleig, Benferri, Agost, Tibi, La Torre de les Maçanes, Xàbia, Teulada, Senija, Benitachell, Castalla, Guardamar, Dénia, El Verger, Els Poblets, Planes, Millena, Gorga, Cocentaina, Alcoleja, Beniarrés, Beniarrés, Balones, l’Alqueria d’Asnar, Quatretondeta, Famorca, el Castell de Guadalest, Benissa, l’Alfàs del Pi, Sant Joan d’Alacant, Benifallim, Banyeres o Alcoy.

El informe, igualmente, recoge situaciones que llaman cuanto menos la atención. Por ejemplo, el caso de Beniardá, donde el Obispado inmatriculó a su nombre la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista mientras que la Parroquia de San Juan Bautista figura como titular de cuatro terrenos en la localidad, de los que no se ofrece más información. O, también, casos como los de Cocentaina, Teulada o Murla, donde el Arzobispado de Valencia aparece como titular de dos ermitas y del Templo de la Parroquia de San Miguel Arcángel, respectivamente.