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La búsqueda de privacidad y la garantía de cobro aumentan la oferta de viviendas turísticas en Alicante

Turismo constata un aumento del 6,5% de la planta reglada en plena pandemia del covid, alcanzándose ya las 265.689 plazas - Crece la demanda de apartamentos y villas particulares

Una torre de apartamentos en Benidorm

La búsqueda por los turistas de un alojamiento más «seguro» frente al covid, y la mayor rentabilidad económica del alquiler turístico sobre el tradicional, sacudido por los impagos derivados de los inquilinos en ERTE afectados por la crisis económica derivada de la pandemia han provocado un aumento del 6,5% en la oferta de plazas en apartamentos turísticos, chalets y villas en la Costa Blanca. Según el último balance de Turisme, la planta alcanza ya un total de 54.949 viviendas con 265.689 plazas, el 64% del total de la Comunidad, casi todas localizadas en la franja litoral (18.901). Los técnicos que han elaborado el informe vienen detectado que desde que se produjo la primera desescalada, en junio de 2020, se ha generado un nuevo nicho de mercado compuesto por turistas que no quieren mezclarse con el resto de las personas y huyen de los espacios más concurridos, pese a que no tengan tantas comodidades.

A esto se une, también, que ha aumentado el teletrabajo y muchos turistas, españoles y, sobre todo, europeos, han decidido pasar la pandemia en la provincia alquilando una vivienda. Hay casos en los hoteles, pero más en los apartamentos, algo que influye al alza en los precios. La planta hotelera de la provincia también creció un 1,4% en 2020 pese a la pandemia y alcanza las 72.000 plazas, según el balance de Turisme

Turisme explica esta nueva coyuntura en el hecho de que ha ido calando la política turística alentando a los propietarios de viviendas que se alquilaban al margen de la normativa a legalizarlas. Además, y es lo que se comprobó al realizar el informe, destaca sobre todo el hecho de que los dueños de apartamentos ven mercado en el alquiler hasta el punto de que cuando se volvió a viajar el verano pasado hubo una especie de «boom» de esta forma de alojamiento. Con todo, los hoteles siguen aguantando, de momento, pese a la caída de los ingresos y a pesar de que sus gastos operativos son infinitamente superiores a los de un apartamento que, cerrado, no genera tanto volumen de gastos. La Costa Blanca mantiene en plena pandemia un total de 373 hoteles censados, 134 en Benidorm, 178 en el resto de la franja litoral y 61 en el interior de la provincia.

Miguel Sotillos, presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Costa Blanca (Aptur), se muestra prudente al valorar el impacto que puede tener en el sector del alojamiento extrahotelero en los próximos meses la privacidad que da el poder alojarte en un apartamento o villa turística en la Costa Blanca. No obstante, se muestra optimista de cara al próximo verano «aunque de momento hay mucha pregunta y poca reserva y con unas condiciones de cancelación que permiten anular la reserva hasta dos días antes de llegar». En relación al atractivo de este tipo de alojamiento como freno al covid, Sotillos subraya que «ya lo vimos el verano pasado y es cierto que la oferta ha crecido. Muchos propietarios, que antes optaban por alquilar mediante la Ley de Arrendamientos Urbanos, ha visto ahora como tiene más garantías registrando su vivienda en Turismo. Periodos de estancia más cortos, garantía de cobro porque el turista paga al llegar y con la vivienda siempre disponible, algo que no sucede en el alquiler convencional. Esa circunstancia ha hecho que muchos propietarios hayan registrado sus viviendas en Turismo». El presidente de Aptur, apuntó que «desgraciadamente, una persona que cae en un ERTE tiene más complicado pagar el alquiler al reducirse sus ingresos», señaló Sotillos.

«Las reservas que van entrando son pocas y casi todas con cancelación gratuita, con lo que no da garantía de que el cliente finalmente viaje. Si que hay algo más de movimiento de reservas a partir de septiembre pero tampoco en gran número. El proceso de vacunación está en una fase muy incipiente y no hay una masa de gente vacunada suficientemente amplia para que la gente perciba seguridad en sus desplazamientos. Nos llaman bastante pero no confirman las reservas. Están esperando a que haya seguridad de que se levanten los confinamientos perimetrales. La buena noticia es que eso denota que el interés por venir a Comunidad Valenciana sigue intacto y hay demanda para alojarse aquí», sentencia Sotillos.

Tomás Mazón, sociólogo y experto en turismo residencial, sostiene que «el viajero poscovid va ser mucho más cauto a la hora de elegir su lugar de vacaciones y la forma de alojamiento. Quiere seguridad y mezclarse lo menos posible con el resto de las personas, por lo que es normal que haya crecido la planta de alojamiento. No obstante, lo que sí va a primar cuando la gente vuelva a viajar es la seguridad en todos los niveles, tanto se trate de un apartamentos, un chalet o un hotel siempre dentro de llamada oferta regladas. Es más, me consta, porque estoy haciendo un trabajo de campo consultando con hoteles de toda España, que los turistas van a alojarse en hoteles porque los abiertos transmiten la garantía de que son establecimientos seguros y que cumplen todas la garantías sanitarias» apuntó sociólogo por la Universidad de Alicante.

El nuevo anuario de Turismo pone de relieve cómo en 2020 el covid impactó especialmente en el sector turístico pero, pese a ello, continuo creándose nueva oferta turística. A 31 de diciembre de 2020, la Comunidad Valenciana contaba con una oferta de 648.761 plazas de alojamiento turístico, un 3,7% más que en 2019.

Pese a las circunstancias actuales de pandemia sanitaria, destaca nuevamente la evolución de crecimiento de plazas en apartamentos y viviendas turísticas, así como en campings (3,4%),que ha resistido mejor al desplome de la demanda y, en el conjunto del alojamiento de interior (5,4%). La oferta de plazas en apartamentos y viviendas de alquiler, que asciende a 418.846, acumula seis años de destacado crecimiento, cifrándose el incremento en 2020 en el 4,8% interanual.

Benidorm es el primer destino en número de plazas y crece en 2020 un 3,8% con respecto al año anterior; la ciudad de València, después del intenso incremento de años anteriores, decrece ligeramente por segundo año consecutivo, mientras que Xàbia, con un incremento interanual del 7%, ocupa la segunda posición. Alicante roza ya las 18.000 plazas.

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