La compañía aérea Easyjet ha despedido a nueve de sus trabajadores en el aeropuerto de Alicante-Elche, dentro de un proceso que está llevando a cabo en el conjunto de España como consecuencia de la reducción de vuelos que han propiciado las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia de coronavirus. La medida afecta a seis agentes de rampa, así como a otros tres de pasaje que trabajan para la aerolínea británica a través de la empresa Menzies Aviation, sin que se descarten nuevas salidas en los próximos días.

El abogado Antonio Montenegro, del bufete Le Morne Brabant, se está haciendo cargo de la defensa de algunos de estos empleados, al considerar que los despidos son improcedentes. El letrado opina que la empresa está «discriminando» al personal subrogado de otras compañías, precisamente el que se ha visto afectado, que según resalta, cuenta con unas mejores condiciones laborales al tener más antigüedad y tener salarios más elevados.

Montenegro, por otro lado, denuncia que la firma está derivando para la realización de determinadas funciones a personal que no está cualificado para ello, ni dispone de la categoría laboral necesaria.

El abogado, asimismo, considera que Easyjet debería esperar a agotar la última prórroga de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), el próximo 31 de mayo, antes de recurrir a los despidos, dado que es un instrumento al que se puede acoger por motivos justificados.

Entre los trabajadores del aeropuerto de Alicante-Elche se está empezando a extender el temor a que otras compañías que operan en el mismo puedan imitar el comportamiento de Easyjet.