El cierre perimetral de las principales ciudades de la provincia de Alicante está dejando a más de la mitad de la población en casa los fines de semana. El estudio que lleva a cabo el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a través del posicionamiento de los teléfonos móviles revela cómo desde que se pusieron en marcha las restricciones en la Comunidad Valenciana más del 50% de los habitantes de la demarcación de Alicante no realizan ningún desplazamiento los días no laborables, particularmente los domingos. Antes de esto, y desde que se levantó el confinamiento de la primavera de 2020, este nivel se había alcanzado de manera puntual, pero en las últimas semanas está siendo sistemático.

Así, el informe pone de manifiesto que están teniendo efecto las medidas para reducir la movilidad, con vistas a tratar de reducir la expansión del coronavirus. El punto álgido se alcanzó el 31 de enero, el primer domingo con las restricciones en vigor y en lo más alto de la tercera ola de la pandemia, con la incidencia provincial por encima de 1.500 y varias localidades importantes superando los 3.000. Ese día, 1.012.673 personas no realizaron ningún desplazamiento en la provincia -la cifra es una estimación matemática-, según el documento del Ministerio. En los domingos siguientes fueron 974.127 y 949.766, respectivamente, los individuos que no se movieron de su casa.

La ausencia de desplazamientos no es tan fuerte los sábados, pero sí muy elevada en cualquier caso: 881.272 personas se quedaron en casa el 30 de enero, y el resto en las últimas semanas la cifra ha rondado las 850.000. Hay que tener en cuenta, en este sentido, que buena parte de esos desplazamientos pueden deberse a motivos laborales o a actividades que muchos no pueden hacer de lunes a viernes como es la de hacer una gran compra semanal. Se hace evidente que la situación actual ha cortado casi de raíz una práctica tan común como la de salir en fin de semana, ante el panorama sanitario y las restricciones.

No es únicamente la imposibilidad de salir de los residentes en municipios de más de 50.000 habitantes, que suponen cerca de la mitad de la población de la provincia, sino también el hecho de que nadie de fuera pueda entrar en ellos. Eso impide, por ejemplo, que nadie pueda acudir por ocio a Alicante o Benidorm. Y a eso se añade el cierre total de la hostelería, que puede ser determinante para desistir de salir de casa porque con ello se reducen las opciones de esparcimiento.

Ante estas circunstancias, no sorprende que el volumen de desplazamientos interiores en la provincia durante los últimos domingos esté siendo inferior a la mitad de lo que era habitual antes de la pandemia. Según el informe del Ministerio de Transportes, ronda el 45%, y el 31 de enero se marcó el nivel más bajo con un 41%, en consonancia con la ausencia de movilidad en más de la mitad de la población que se produjo esa jornada. Los sábados se registra un poco más de trasiego, pero aun así el valor más alto es el 51% que se alcanzó el 13 de febrero.

De lunes a viernes, la movilidad interior ronda el 75% en relación a la que se produjo hace justo ahora un año, en la semana del 14 al 20 de febrero de 2020, que se tomó como referencia para el estudio. Es lógico pensar que una gran mayoría de trayectos tienen una explicación laboral o de fuerza mayor. Y en los recorridos interprovinciales, obviamente la cosa baja mucho: entre semana rondan el 60% de lo que era habitual el año pasado, y en fin de semana no llegan siquiera al 20%.

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Los ilicitanos se mueven más por su término municipal que los alicantinos

El estudio analiza también la movilidad local en capitales de provincia y municipios con más de 100.000 habitantes, y en la provincia arroja un dato que, por más que resulte lógico en cierta medida, no deja de ser llamativo: los ciudadanos de Elche salen más por su término municipal que los de Alicante. El volumen de trayectos internos en la capital del Baix Vinalopó no ha bajado ningún día del 67%, mientras que en la cabecera provincial es más bajo y llegó a ser del 55% el 31 de enero. El término ilicitano es más extenso y permite esparcirse sin salir de él con mayor facilidad -yendo al Pantano, al Hondo o a las playas-, además de la mayor dispersión de la población, que da pie a que pueda haber más movimientos.