Colegios que son autosuficientes energéticamente. Las cubiertas de treinta y tres centros públicos de la ciudad se han llenado de paneles fotovoltaicos que permiten producir y, por lo tanto, cubrir la totalidad del consumo eléctrico en las horas centrales del día.

Las placas solares tienen un sistema de acondicionamiento de potencia y la instalación eléctrica correspondiente para su conexión con la red interior, generando así autoconsumo instantáneo sin excedentes.

Las instalaciones permiten comunicar y monitorizar en tiempo real la producción energética, tanto en ordenador, tablet o móvil y a través de una aplicación, con información como la lectura del consumo de cada centro escolar y las horas de funcionamiento, y todo ello de forma gráfica y numérica.

Los paneles fotovoltaicos están ya funcionando, afirma la Concejalía de Infraestructuras y Mantenimiento, que ha realizado una firme apuesta por la sostenibilidad con una inversión de casi 907.000 euros.

Las placas solares suponen un ahorro en emisiones de CO2 por no consumir energía eléctrica de 432.000 kg de CO2 por año de uso, esto es, el equivalente a la plantación de unos 15.000 árboles por año.

Los paneles instalados ocupan una superficie de 4.370 metros cuadrados. «La climatología puede afectar, pero durante las horas centrales del día sí se cubre el 100% del consumo eléctrico y, además, hay excedentes que se compensaran en kwh en la facturación de Iberdrola», explican fuentes de la Concejalía.

El ahorro económico en electricidad en una década de los servicios de las placas solares asciende a 850.000 euros y la producción estimada de kilovatios hora durante un año es de 10.497.000.

«Somos la única ciudad de España que actúa de esta manera tan decidida por el uso de energías renovables en edificación pública para sus centros educativos», afirma el edil, José Ramón González.

Se han quedado fuera 21 colegios en los que no era factible colocar los paneles por tener tejados en peores condiciones o sombras cercanas que reducirían la producción en exceso.


El misterioso caso de La Aneja: sí placas, no Edificant

El colegio La Aneja, situado en la zona del Monte Tossal, al lado del Conservatorio de Música y Danza, es propiedad de la Universidad de Alicante. El inmueble precisa desde hace años de una serie de reformas (sótano apuntalado, cornisas cubiertas con mallas para evitar desprendimientos ) que la institución académica no acomete; es más, ha declarado públicamente que estaría más que dispuesta a desprenderse del colegio. El Ayuntamiento se escuda en que el centro público es de la UA para no incluirlo en las obras del Plan Edificant del Consell; no ha tenido, en cambio, ningún problema para instalar las placas solares en unas instalaciones que escapan a su competencia. ¿Cómo es posible? La Concejalía de Educación guarda silencio.