La patronal hotelera Hosbec ha recibido con esperanza el anuncio del primer ministro británico, Boris Johnson, de que a partir del 17 de mayo volverán a autorizarse los viajes turísticos, tanto de salida como de entrada en Gran Bretaña, lo que abre la puerta a "tener una fecha certera para preparar la reapertura de los hoteles. Ahora lo que hace falta es que se cumpla", subraya Nuria Montes, secretaria general de la patronal. Lo cierto que las cadenas hoteleras, pese a que siguen bajo mínimos en cuanto a reservas, sí que han detectado esta semana un repunte de la demanda de plazas para el verano hasta del mercado español, que reconforta tras ver perdida la Semana Santa. La negativa del presidente Ximo Puig a levantar la prohibición de entrar a la Comunidad Valenciana en Pascua tampoco ayuda a que se animen las contrataciones cuando muchos hoteles cumplirán ya el mes que viene un año cerrados.

El acelerado programa de vacunación en el Reino Unido puede permitir eliminar las restricciones al contacto social a finales de junio en Inglaterra, según la hoja de ruta "cauta, pero irreversible", que anunció este lunes el primer ministro británico, Boris Johnson. Su plan, siempre sujeto a que hospitalizaciones y muertes continúen a la baja y no surjan variantes que amenacen la efectividad de las vacunas, comenzará el 8 de marzo con la reapertura de escuelas y universidades y concluirá, en el mejor escenario posible, el 21 de junio con el fin de "todos los límites legales al contacto social" y la luz verde a grandes eventos. Sin embargo, el turismo tendrá que esperar hasta mediados de mayo, aunque habrá una revisión el 12 de abril. Johnson cree que la normalidad se iniciará en junio.

El calendario que detalló Johnson en el Parlamento ha dejado algunos huecos por rellenar, como el momento en el que se reanudarán los viajes internacionales, un aspecto clave para motores de la economía como el turismo y el sector aéreo.

El Gobierno continúa sopesando medidas para mitigar el riesgo de importar mutaciones peligrosas del coronavirus y anunciará una estrategia concreta en ese terreno el próximo 12 de abril. Los desplazamientos internacionales no esenciales, con todo, continuarán vetados al menos hasta el 17 de mayo.

Tampoco se ha establecido todavía cuál será la política respecto a la distancia de seguridad entre personas en lugares públicos, el uso obligatorio de la mascarilla ni las recomendaciones sobre el teletrabajo. Está en el aire asimismo la implantación de certificados de vacunación y de test negativos que ayuden a la reapertura de ciertos sectores. Johnson aseguró que están en estudio, si bien existen dudas en aspectos como la privacidad o la "discriminación" que pueden generar.

"El final está realmente a la vista. Este año miserable dará paso a una primavera y un verano muy diferentes, incomparablemente mejores que el escenario que vemos hoy a nuestro alrededor", afirmó Johnson ante los diputados.

El Reino Unido ha administrado casi 18 millones de dosis de la vacuna. Para el 15 de abril, se espera haberla ofrecido a los mayores de 50 años, y antes de que termine julio a todos los adultos.

En su intervención en la Cámara de los Comunes, Johnson defendió que los datos disponibles hasta ahora respaldan la estrategia de retrasar la segunda inyección preceptiva, tanto de la vacuna de AstraZeneca como de la de Pfizer, para limitar el impacto de la pandemia en el sistema de salud e incrementar cuanto antes el número de personas con inmunidad.

Un informe publicado hoy por el sistema de salud de Inglaterra (PHE) calcula que una primera dosis del preparado de Pfizer reduce las hospitalizaciones y muertes por covid-19 en más de un 75 % entre los mayores de 80 años.

Otro estudio, del sistema sanitario escocés, constata que cuatro semanas después de recibir la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca el riesgo de hospitalización se reduce en un 94 %, mientras que disminuye un 85 % entre 28 y 34 días después de recibir una dosis de Pfizer.El consejero médico del Gobierno para Inglaterra, Chris Whitty, recalcó que esos datos "respaldan" la estrategia del Ejecutivo.

A pesar de la efectividad actual de las vacunas, "no existe una ruta hacia un Reino Unido con cero covid, ni hacia un mundo con cero covid", alertó el mandatario conservador.

La inmunización nunca será cien por cien efectiva, habrá personas que decidirán no vacunarse y el virus mutará en el futuro, por lo que el nivel de contagios repuntará en cierta medida en el momento en que se levanten restricciones, ya sea ahora, "en seis meses o en nueve meses", declaró.

Pese a todo, "no podemos continuar indefinidamente con unas restricciones que debilitan nuestra economía, nuestro bienestar físico y mental, así como las oportunidades vitales de nuestros hijos", recalcó.

La desescalada se llevará a cabo en principio de manera homogénea en toda Inglaterra -Escocia, Gales e Irlanda del Norte siguen sus propias hojas de ruta-, aunque el primer ministro no descartó que en algún momento puedan imponerse restricciones locales para frenar la expansión de alguna nueva variante del virus.

La relajación de las restricciones se hará en cuatro etapas, separadas entre sí por cinco semanas, un espacio que permitirá analizar los datos de la evolución de la pandemia y avisar a los sectores afectados al menos con una semana de antelación.

Más que en la cantidad de contagios diarios, las decisiones para cambiar de fase se focalizarán en el impacto de la covid-19 en el sistema sanitario y el número de fallecidos.

En marzo, colegios y universidades reabrirán sus puertas, con la obligación de que los alumnos a partir de secundaria se sometan a dos test semanales, y se ampliará el rango permitido de actividades al aire libre. A partir del 12 de abril, los británicos podrán volver a acudir a peluquerías, gimnasios, museos y bibliotecas, y el 17 de mayo, si se cumplen los plazos previstos, abrirá el interior de bares y restaurantes, los espectáculos con hasta 1.000 personas y estadios con hasta 10.000.

El último paso tendrá lugar el 21 de junio, cuando todas las restricciones sociales quedarán levantadas, volverán a funcionar las discotecas y se permitirán grandes eventos, como festivales de música, si bien ha quedado en el aire la posibilidad de que se exija un test para acceder a ellos.