La procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) irrumpe cada vez más pronto en Alicante. El invierno cálido provoca que las urticantes orugas adelanten su bajada de los pinos. Gonzalo Moreno, presidente del Colegio de Veterinarios de Alicante, explica que desde la semana pasada hay casos de perros que sufren las graves consecuencias de la procesionaria y pide «especial precaución» en un año en que la pandemia dispara las excursiones con las mascotas a los parajes naturales. También las familias deben evitar que los niños jueguen con los nidos de los árboles para que no se rompan y caigan las orugas; no tocarlas porque provocan afecciones en la piel al ser altamente tóxicas; y no entorpecer la fila dándoles con palos.

Detrás del adelanto en el calendario de la procesionaria está el invierno suave que tenemos de nuevo este año en la provincia. El director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, explica que la temporada de temperaturas favorables para la procesionaria (que las mínimas no bajen de 10º C) se produce cada vez más pronto en invierno. «Si antes había que esperar hasta marzo para encontrar ese umbral térmico, ahora a mediados de febrero ya es habitual. Este año, además, hemos tenido unas temperaturas anormalmente altas desde finales de enero, de ahí que las condiciones hayan sido más idóneas para la proliferación de esta plaga. El cambio climático mejora las condiciones térmicas favorables para esta plaga, favorece su expansión y hace que aparezca antes en el calendario».

Bolsas con orugas de procesionaria en el monte Tossal de Alicante, donde hay zonas con árboles muy afectados por plagas de otros años. JOSE NAVARRO

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental advierte que la oruga del pino podría aparecer en muchos lugares «con más fuerza que nunca» a causa de la suspensión, provocada por la pandemia, de los tratamientos que otros años se llevaban a cabo contra esta plaga y a las restricciones en el uso de productos biocidas, que han quedado reducidos a la endoterapia como único tratamiento posible. Como explica Milagros Fernández de Lezeta, responsable de esta asociación, la endoterapia «es una técnica de control que, si bien es muy efectiva y respetuosa con el medio ambiente, su coste constituye un factor limitante para el tratamiento de grandes masas arbóreas». El peligro radica en los más de 500.000 filamentos que posee cada oruga y que funcionan a modo de dardos envenenados cuando el insecto se siente amenazado, pudiendo provocar dermatitis, lesiones oculares, urticarias y alergias. La asociación abunda en el peligro para los perros: les puede ocasionar la muerte si ingieren la oruga y su contacto puede causarles inflamación del hocico, picores intensos, abundante salivación e insuficiencia respiratoria.

Bolsas en Elda Áxel Álvarez

En Alicante, el Ayuntamiento ha acelerado el tratamiento en las pinadas urbanas y periurbanas. Desde la Concejalía de Medio Ambiente explican que en el último mes la nueva contrata de mantenimiento de zonas boscosas actúa contra la procesionaria en San Gabriel, Cala Cantalar, parque Solveig Noström, montes Orgegia, Tossal y Benacantil así como en la Serra Grossa, y otros espacios arbolados, y señalan que las bolsas que hayan quedado se retirarán de manera manual.

Los fuertes vientos de las últimas semanas y el aumento de las temperaturas han acelerado la eclosión de la tóxica oruga en los parques de Elda. La protectora de animales Adoptamics advierte a los propietarios de perros que tengan especial cuidado durante los paseos cerca de las zonas con pinos. Los cuidadores de las colonias felinas deben estar atentos para retirar las orugas y que no piquen a los gatos.