Los restos sanitarios como EPIs y ropas desechables almacenados en Feria València y el Instituto Ferial de Alicante pasarán test de PCR una vez finalizada la cuarentena de 72 horas. El proceso busca garantizar que habrán dejado de ser contagiosos cuando inicien su viaje final hasta Xixona, donde serán triturados por procesos térmicos en una planta de residuos industriales. Convertidos en polvo volverán a someterse a una desinfección con productos no clorados. Y de allí, irán a Cemex Alicante para su coincineración.

A falta de firmarse el acuerdo entre todas las partes implicadas, la ruta establecida para la destrucción final de los restos covid-19 menos peligrosos será esa. De momento, los desechos procedentes de hospitales o ambulatorios se almacenan en camiones frigoríficos en los recintos feriales de València y Alicante. Es allí donde se desarrolla la prueba piloto con nuevos mecanismos de desinfección. Todos los lotes han ido dando negativo en la búsqueda de trazas del virus. Los muestreos y controles analíticos han sido realizados por empresas especializadas y laboratorios acreditados. En cualquier caso, no puede autorizarse la salida de la carga sin estar acreditada «la no infecciosidad».

Nueva desinfección

Una vez en la planta de Ferrovial en Xixona se procederá a dejarlo convertido casi en polvo. Es en ese punto cuando pasará a ser considerado como combustible sólido recuperado (CSR). Bajo ningún concepto podrá destinarse al vertedero anexo de Xixona, especifican las fuentes consultadas por este diario . Además, será sometido a una nueva descontaminación. Así figura entre las condiciones para su eliminación definitiva ya en Cemex Alicante, la que menor número de incidencias por paradas no programadas registra, con un mejor funcionamiento operativo y ambiental según fuentes del Botànic. Es, inciden, la que menos expedientes sancionadores y de denuncias acumula de las tres instalaciones con horno de Clinker.

La autorización para utilizar las cementeras se mantendrá mientras los sistemas de autoclave de la Vall d’Uixó no permitan absorber la generación de residuos asociada a la pandemia. A esta planta de esterilización seguirán llegando los residuos tipo III más infecciosos, como elementos punzantes, cortantes, de vacunación o que han estado en contacto directo con fluidos sanguíneos. Allí se someterán a un lavado a presión con vapor para posteriormente ser reducida a la mínima expresión la parte sólida y llevada a vertedero. La líquida, tras analizarse, va a alcantarilla.

Quema no permitida

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La recogida separada dentro de los centros médicos y sociosanitarios permite un camino distinto para cada uno de los residuos en función de su potencial contaminante. Como se recordará, en territorio valenciano no existen infraestructuras preparadas para la incineración de ningún tipo, como sí ocurre en Cataluña, Madrid o Murcia, pues no lo contempla el Plan Integral de Residuos de 2019. Varias sentencias judiciales tumbaron en su día esa práctica por poco ambiental.

Los grupos conservacionistas alegaron también contra la quema de basura, por lo que la vía de la incineración en cementeras no ha estado exenta de críticas por parte Ecologistes en Acció o Acció Ecologista Agró. Reclaman sistemas autoclave propios en los hospitales. La Generalitat ha procedido a comunicar a los Ayuntamientos de Xixona y Alicante la resolución sobre el tratamiento y eliminación de los residuos.