Tras la virulencia de la tercera ola de covid en la provincia y el tratamiento de pacientes agudos y ambulatorios, el segundo paso en el abordaje del virus es el tratamiento de las secuelas, ya sea a nivel neurológico, respiratorio y osteomuscular. También las más duraderas como la sensación de fatiga o ahogo constante y la debilidad en varios músculos del cuerpo, llevando a la reducción de labores y funciones diarias por parte de las personas que las sufren.

Todos estas patologías se tratan en la Unidad de Rehabilitación, por los médicos especialistas en esta área y los fisioterapeutas. Un colectivo que está viendo aumentada su plantilla en los hospitales públicos de la provincia. Así, el Hospital de Alcoy aumentará tres fisios, el mismo número que el centro ubicado en la Marina Baixa y el de Sant Joan d’Alacant. Elda y Orihuela contarán ambos con 5 más. Mientras que los dos generales, Alicante y Elche incrementarán en 7 y 4 fisioterapeutas su plantilla, respectivamente.

Precisamente, este último hospital, tuvo 172 pacientes ingresados por covid en diciembre, 828 en enero y 228 hasta el 17 de febrero. Una cifra que asciende hasta los 1.228 pacientes ingresados. De todo ellos, un 25%, 300 enfermos necesitan tratamiento tras superar el coronavirus.

La doctora Camila Maciá, jefa del Servicio de Rehabilitación explica que en UCI, «lo habitual es que lleguen con el síndrome de disnea respiratoria aguda, que baja enormemente la saturación y necesitan una ventilación mecánica para seguir respirando. En estos casos, el paciente está sedado, nuestra función es valorar que no haya otras complicaciones añadidas y hacer un seguimiento mientras que el fisioterapeuta se va a ocupar del cuidado postural y las movilizaciones». Así, cuando el paciente ya está despierto «se puede asociar ejercicio activo, respiratorio, sin manejo de secreciones porque conllevaría mucho riego de generación de aerosoles. Aunque sí se comienza con una respiratoria básica».

Una vez en planta, la rehabilitación que más se pauta «es a nivel osteomuscular, la persona ya va a hacer ejercicio activo, vamos a hacer una reeducación porque muchas veces pierden el control del tronco o les cuesta mantener la sedestación». En estos casos, cuenta la facultativa «hacemos transferencias como pasar de cama a silla o incluso que comiencen a caminar. Se trata de recuperar movilidad y fuerza porque el objetivo es recuperar función».

Sin embargo, los que permanecieron más tiempo en UCI «con polineuropatía del paciente crítico son los que arrastran más secuelas y las más importantes». En esta área se engloban las secuelas respiratorias y neurológicas. En las primeras, «los pacientes que han estado ingresados con una neumonía, un 25% de ellos va a seguir con una alteración de la función respiratoria por lo menos a los tres meses». Y en las segundas, «son motoras y habrá que hacerles un seguimiento de seis meses a un año», describe Maciá.

Este hospital fue uno de los que más presión tuvo durante la tercera ola. Un hecho que redujo al máximo, casi al 20% los tratamientos de fisioterapia, puesto que el Gimnasio pasó a albergar camas de enfermos y solo se pudo tratar a los pacientes más urgentes.

Antonio Jorge, adjunto y coordinador de fisioterapia del departamento de Elche- Hospital General afirma que «al perder más de un 80% del espacio de rehabilitación, cinco de los catorce fisioterapeutas de este hospital se desplazaron a los centros de salud adscritos al departamento. Uno por la mañana y otro de tarde al centro de Salud Santa Pola, Raval siguió el mismo procedimiento y a Altabix acudía otro de tarde».

En estos pacientes poscovid lo importante son las secuelas, algunas graves y otras no tanto, pero sí que «conllevan una pérdida de fuerza, una atrofia muscular importante y eso hay que tratarlo».

Con estos cuatro fisioterapeutas, que se sumarán a los catorce ya existentes y a la doctora rehabilitadora que se incorporó en junio del pasado año, el hospital pretende tratar a los que se les frenó el tratamiento durante la tercera ola y a los que están llegando ahora tras haber superado la enfermedad.

Ocho pacientes al día

Jorge desarrolla los refuerzos en esta área. «El de respiratorio podría atender a unos 8 pacientes diarios, con una frecuencia de una o dos sesiones semanales, un volumen total de 30 pacientes por semana». En cuanto los neurológicos , «con tratamientos de 40 minutos por sesión en días alternos, tendría un cupo de unos 20 enfermos semanales». Mientras que las secuelas osteomusculares, «el fisioterapeuta se dedicaría a los pacientes hospitalizados en planta o en UCI, con procedimientos de 20 minutos, el cómputo asumible por el sanitario será de 18 personas al día», señala el coordinador.

El coronavirus, continúa Antonio Jorge, «ha dado a conocer la función de la fisioterapia y visibilizado la efectividad de los tratamientos durante el poscovid. Con estos cuatro fisioterapeutas hemos recuperado el ritmo tras la oleada de contagios y en UCI volvemos a tener un fisioterapeuta seis horas diarias».

Te puede interesar:

La doctora Maciá reafirma la necesidad de este tipo de sanitarios. «Ahora nos llegan las secuelas de los pacientes más leves y a todos hay que tratarlos. Muchos llegan con fatiga y están limitando sus esfuerzos físicos. Esto es tratable y los fisioterapeutas son necesarios. El covid ha puesto de manifiesto que somos un servicio imprescindible. En las situaciones más terroríficas es cuando la rehabilitación evoluciona».

El coordinador de fisioterapeutas agradece la implicación del equipo directivo del centro para conseguir este aumento de plantilla.