Falta mucho camino por recorrer para conseguir la igualdad del colectivo LGTBI. Los datos son reveladores. El 18,8% de los alumnos de la ciudad de Alicante y el 12% de los profesores desconoce la diferencia entre sexo biológico, identidad de género y orientación sexual.

Ésta es una de las conclusiones del diagnóstico social impulsado por el Ayuntamiento de Alicante, dirigido por el PP y Ciudadanos, dentro de los trabajos incluidos en el primer Plan municipal LGTBI, recientemente presentado a colectivos sociales y a los grupos de la oposición del Consistorio alicantino. Esa es una de las conclusiones, entre otras muchas, que evidencia la falta de formación en diversidad afectivo sexual que existe entre aquellos que deben aprender. Y no es de extrañar, porque también existe entre los que enseñan. Y hay otras muchas incógnitas al respecto: el 17,8% de los alumnos duda sobre el significado de la bisexualidad, mientras que el 32,4% del profesorado no tiene claro si los menores «trans» deberían poder elegir el baño al que acudir en el centro educativo en función de su género sentido. Y un porcentaje aún mayor, un 45,6%, dice no conocer la relación entre sexismo y homofobia. Cifras nada despreciables.

Los resultados no sorprenden teniendo en cuenta la escasa formación existentes, según revela la encuesta: el 45,3% del profesorado encuestado dice no haber recibido formación en diversidad afectiva y sexual o en prevención de violencia de género. Una cifra que se eleva entre el alumnado: el 46,8% dice no haber recibido información sobre temas afectivo-sexuales en su centro educativo. Eso sí, la mitad de los jóvenes preguntados muestra interés, según el estudio impulsado desde el Ayuntamiento de Alicante, en conocer más sobre la sexualidad, la diversidad sexual y la igualdad de género, entre otros asuntos. Entre el profesorado, si cabe, el interés es mucho mayor: el 92,1% considera «pertinente» recibir claves necesarias para poder enfrentarse al día a día con la información suficiente para trabajar por la igualdad en la sociedad del colectivo LGTBI.

Saber también resulta fundamental para poder detectar a tiempo actitudes violentas. Así, apenas tres de cada diez profesores afirman que existe LGTBIfobia en los centros educativos, mientras que un 31,7% reconoce que no conoce el protocolo de acompañamiento al alumnado «trans», lo que deriva en un tratamiento incorrecto hacia estas personas. Sólo el 12,9% de los docentes encuestados en la ciudad de Alicante afirma haber vivido algún tipo de discriminación por su orientación sexual. La perspectiva entre el alumnado es diferente: un tercio dice haber presenciado insultos o haberlos sufrido presencialmente, mientras que casi la mitad de los jóvenes entrevistados (47,9%) reconoce que existe miedo en los centros para expresar libremente la sexualidad.

La encuesta promovida desde el área de Igualdad que dirige Ciudadanos no sólo se centra en los centros educativos, tanto en profesores como alumnos, sino que también saltó a la calle. Entre los resultados, los promotores del estudio destacan que el 28,5% de la ciudadanía identifica que las personas LGTBI «no se pueden mostrar de manera libre» en la capital alicantina, mientras que el 12,7% rechaza que se incluyan técnicas de reproducción asistida a parejas de lesbianas en la Seguridad Social.

Por ámbitos

Al respecto, la encuesta de carácter local también se interesa por las agresiones recibidas por personas LGTBI. La mayor parte de las agresiones físicas o verbales se reciben en dos ámbitos: el educativo (22,5% de los encuestados) y en el espacio público (25,9%). El más seguro, el judicial (1,6%) y el sanitario (1,9). El entorno familiar entra de lleno a la pregunta de donde se acentúa la discriminación de trato: el ámbito más íntimo no es nada amable para el 22,2% de los entrevistados.

Este diagnóstico promovido desde el Ayuntamiento de Alicante forma parte del primer Plan municipal LGTBI, que debe ser aprobado por la Junta de Gobierno. La iniciativa incluye más de un centenar de acciones para intentar que Alicante sea una «ciudad amigable», que implica a la administración y a agentes sociales.