Los sindicatos no se han cansado de recordar en los últimos meses que la pandemia debe ser la oportunidad para resolver los problemas estructurales del sistema sanitario en la Comunidad Valenciana. La provincia de Alicante acumula desde hace años un importante déficit en cuanto a camas de hospital y profesionales sanitarios. Los hospitales públicos necesitan 517 camas para llegar a la ratio nacional de 2,4 por 1.000 habitantes, según las cifras del Ministerio de Sanidad. También 6.000 trabajadores sanitarios para igualarnos con los 14,18 profesionales por 1.000 habitantes que hay en el conjunto de España. La provincia acumula además un sinfín de proyectos pendientes de ejecutar desde hace años, como es el caso de la reforma de Urgencias del Hospital de Sant Joan y del Hospital Marina Baixa o la construcción de al menos tres centros de salud en la ciudad de Alicante para atender a los pacientes de las zonas en expansión. El reciente plan del Consell para tramitar por vía de urgencia obras que aliviarían la presión generada por el covid puede ayudar a que se aceleren algunos de estos proyectos. Sin embargo, Rosa Atiénzar cree que es necesario que de manera inmediata se aborden los problemas estructurales y que, por ejemplo, todos los contratos que se han hecho por el covid pasen a engrosar de manera estructural las plantillas de hospitales y centros de salud. «En junio se empiezan a negociar los presupuestos del año que viene y este es un tema que se debería abordar ya», considera la líder de CC OO.