El nuevo contrato del transporte urbano para la ciudad de Alicante elevará el coste anual hasta los 17,86 millones de euros, según el cálculo derivado del Proyecto de Servicio Público (PSP), que supone en la práctica la base del próximo pliego de condiciones. Según un informe técnico elaborado a partir del estudio de una consultora externa contratada por el bipartito, el Ayuntamiento tendrá que incrementar hasta un 40% el gasto para incluir las mejoras propuestas por los expertos, una cifra que irá rebajándose con el transcurso de los diez años que se prolongará el nuevo contrato (al margen de la posible prórroga), hasta los 16,6 millones al año. Y es que los servicios propuestos para el nuevo contrato del autobús urbano supondrán un incremento de casi un 10% en los kilómetros de las líneas regulares y más del 17% si se incluyen también el transporte a demanda para las partidas rurales y el turibús, con vehículo de doble piso para la visita de puntos turísticos. Este proyecto debe someterse treinta días a exposición pública.
Entre los cambios propuestos, acordados previamente con los agentes sociales en la Mesa del Transporte, figuran dos líneas nuevas: la 28 (circular desde Playa de San Juan al Hospital de Sant Joan) y la lanzadera al castillo de Santa Bárbara (al que actualmente sólo se puede llegar a pie). Además, de apuesta por la modificación de itinerarios en nueve líneas regulares (05, 07, 09, 10, 11H, 12, 22, 22N y 27).
Las mejoras en Playa de San Juan giran en torno a tres trayectos. La modificación de la línea 22 permitirá que el servicio llegue al PAU 5, una de las principales zonas de expansión de la capital alicantina. Por contra, la línea ya no transitará por el Cabo de la Huerta. Además, se apuesta por la creación de una nueva línea, la 28, que unirá Playa de San Juan, el Cabo de la Huerta y el entorno del Golf con el Hospital de Sant Joan. También se prevén cambios, aunque menores, en la L9, en el entorno de Miriam Blasco.
Para el PAU 1, por su parte, habrá modificaciones sustanciales en las líneas 05 y 12. En la primera, se proponen cambios en el trayecto de vuelta, en el que en lugar de tomar la calle padre Recadero de los Ríos para alcanzar la avenida Doctor Rico, se continuaría por la calle Lorenzo Llaneras y se tomaría Antonio Martín Trenco para retomar el trazado por San Juan Bautista. En la línea 12, por su parte, se proyectan cambios en el entorno del parque Juan Pablo II y, sobre todo, la línea no finalizará como ahora en la plaza de Luceros, sino que continuará hasta la Puerta del Mar (frente a la playa del Postiguet). Esta es una promesa que lleva años sobre la mesa, dado el incremento poblacional de la zona del PAU 1 de Alicante.
En cuanto a las mejoras en las partidas rurales, el informe técnico avalado por el Ayuntamiento apuesta por la creación de seis líneas a la «demanda» para dar servicio al Moralet, la Cañada del Fenollar, la Alcoraya, el Rebolledo, Fontcalent, Bacarot y Tángel.
Otro cambio sustancial en el servicio del transporte urbano, según figura en el informe, afectará a las frecuencias, que se incrementarán en las líneas 01, 02, 03, 06, 08, 10, 12 y 07P, centrándose sobre todo en los fines de semana y festivos. Por contra, el próximo servicio del autobús prescindirá de dos líneas ahora en servicio: las circulares A y B.
La actual contrata del servicio del transporte público se adjudicó hace más de medio siglo, en junio de 1969, y finalizó a mediados de 2019. Desde entonces, el servicio se presta con una «prórroga excepcional» por un máximo de dos años, que concluye en apenas tres meses. Todavía no se conoce la forma jurídica concreta a la que recurrirá el bipartito para dar continuidad a un servicio esencial. El nuevo contrato no tiene fecha de adjudicación.
Uno de cada tres: los autobuses híbridos se triplicarán en una década
El proyecto de servicio para el nuevo contrato del transporte de autobús de Alicante recoge también la renovación de los vehículos con la apuesta por un modelo más sostenible. En total, la flota contará con 98 vehículos (uno más que en la actualidad). En un inicio se prevé que sólo el 11% sean híbridos, una cantidad que irá aumentando con el paso de los años hasta llegar al 30% al término de un contrato que se prolongará durante una década (al margen de una posible prórroga). El proyecto de servicio apunta que ningún autobús de la flota podrá tener más de 14 años y que la «edad» media será de nueve años. En total, se prevé renovar 68 vehículos a lo largo de los diez años de servicio, llegando a una treintena de híbridos.
