Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las monjas vuelven a la misa de Santa Faz

Un mes después del brote por coronavirus del monasterio, las hermanas vuelven a ser el eco de la Santa Faz con más de 80 fieles como público

Fieles acudiendo a la misa de Santa Faz tras un mes después del brote por covid Sergio Maldonado

«Estamos muy contentos de poder abrir el hogar de la esperanza, la Santa Faz». Así comenzó la misa dominical que tuvo lugar ayer en el monasterio de la Santa Faz tras un brote por covid que ha tenido aisladas a las once hermanas de la Comunidad de las Canónigas de San Agustín que custodian el santuario. El ambiente de bienvenida tras el cierre de la Santa Faz durante un mes se dejó notar en las inmediaciones antes y después de la misa de las 12 horas, en la que las hermanas, como cada domingo, ponen eco a los rezos. Momentos antes de que comenzara la eucaristía de mediodía, la plaza del monasterio se encontraba llena de familias con niños y matrimonios esperando para entrar. Tal fue la congregación de fieles que antes de que se diera el inicio oficial con la salida del rector José Luis Casanova, todos los bancos se encontraban completos. Así, más de 80 personas acudieron al lugar, muchos con la incógnita de cómo estarán las monjas tras el virus debido al cariño especial que les tienen. Durante la misa solo pudo verse a una de ellas, oculta tras las rejas que las aíslan de los ojos de aquel que quiera verlas. Al comienzo de la hora de culto, el rector José Luis Casanova quiso dedicar la misa en honor a los que están viviendo las consecuencias del covid. «Pedimos a la Santa Faz por todas las familias que lo están pasando mal en la enfermedad, en el trabajo y en lo personal», señaló. Tras una hora de rezos, agradecimientos y palabras de esperanza, el rector José Luis Casanova puso fin a la eucaristía lanzando un mensaje que invitaba a la reflexión a todos los fieles que habitaban el templo. «El virus ha llegado aquí, nadie se salva de él, cuídense todos», sentenció el religioso.

Compartir el artículo

stats