La Basílica de Santa María de Alicante ha acogido un fin de semana de celebraciones que, bajo la organización de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y la Cofradía de San Pedro Apóstol, han servido de anuncio oficial de la próxima Semana Santa. A pesar de la situación difícil y compleja que la sociedad vive a causa de la pandemia del covid-19, los hermanos cofrades han decidido abrir una ventana de ánimo y esperanza en medio de esta emergencia mundial.

Secundando el espíritu del decreto que promulgó el Obispado de Orihuela-Alicante el pasado mes de enero por el que se suspendían las procesiones y estaciones de penitencia en toda la diócesis, no así los actos litúrgicos con motivo de la Cuaresma y Semana Santa, las emblemáticas Cofradías de Nuestra Señora de la Soledad y de San Pedro Apóstol, erigidas canónicamente en la Basílica de Santa María, han celebrado un intenso programa de actos que ha reunido a cofrades, miembros de la sociedad alicantina y representantes políticos de las Cortes Valencianas y del Ayuntamiento de Alicante.

Desde el pasado viernes, numerosos han sido los cofrades que han asistido al Solemne Triduo Litúrgico organizado en honor de sus imágenes titulares. Especialmente emotivo fue el rezo del Santo Rosario del que es patrona Nuestra Señora de la Soledad desde el siglo XIX “en esta Antiquísima y Parroquial Iglesia de Sta. María”, como así rezan los documentos hallados con motivo del Bicentenario de la Soledad.

A la celebración del Via Crucis que fue retransmitido en directo a través de su propio canal de Facebook, las cofradías celebraron la ya consolidada campaña benéfica de recogida de alimentos “SOLEDADízate”, que logró reunir también en esta nueva edición numerosas donaciones con destino a Cáritas Parroquial, en cuya causa están implicadas dichas corporaciones desde hace años.

“Agradecemos a todos los hermanos cofrades la generosidad e implicación que han demostrado en beneficio de la loable labor que realiza a diario Cáritas Parroquial. Actualmente, son más de setenta familias las que reciben auxilio material y espiritual en nuestra Parroquia”, ha declarado Carmen Iborra, hermana mayor presidenta de la Cofradía de San Pedro.

La jornada dominical del 14 de marzo la ha protagonizado el solemne acto institucional de exaltación de la Semana Santa, que daba comienzo a las 12.00 horas. La presidenta diocesana de Manos Unidas, María del Rosario Martínez Asencio, pronunció un emotivo pregón lleno de continuas alusiones a la labor caritativa que desempeñan las cofradías de la Soledad y San Pedro y al papel primordial que desempeña la mujer en la Semana Santa, prueba de ello es que sean dos mujeres las que presiden estas cofradías con sede en la Basílica de Santa María.

La presidenta de Manos Unidas pronuncia el Pregón de Semana Santa Tony Díez

La organización de voluntarios católicos de Manos Unidas recibió el nombramiento de “Cofrade de Honor” en reconocimiento “por la labor de asesoramiento y apoyo que presta a los pueblos del Sur del planeta en su desarrollo y bienestar”, ha manifestado la hermana mayor presidenta de La Soledad, Balbina Oncina. La delegación diocesana de Orihuela-Alicante fue acreedora de tan alta distinción que recibió entre una gran ovación del público congregado.

En el transcurso del acto, las cofradías presentaron oficialmente el artístico cartel de Semana Santa, además de la nueva medalla corporativa que fue bendecida expresamente por el obispo Jesús Murgui Soriano durante la bendición e inauguración de la Casa Cofrade “Soledad de Santa María”. “Con esta medalla institucional se afianzan definitivamente los vínculos que unen a los hermanos de la Soledad y de San Pedro desde que nos hermanamos en 1999”, manifestaron los cofrades.

El solemne acto concluyó con la concesión de un reconocimiento honorífico, de especial significación emotiva, otorgado por los cofrades de San Pedro Apóstol. La cofrade fundadora y hermana mayor presidenta Balbina Oncina, quien en 1994 se convirtió en la primera mujer representante de la Semana Santa alicantina, recibió el nombramiento oficial de “Hermana Mayor Honorífica” tras veinte años de labor y servicio desinteresado a la Cofradía de San Pedro. De conformidad con lo establecido en los Estatutos diocesanos, la actual Junta de Gobierno, que preside Carmen Iborra, le hizo entrega de dicho título honorífico y de la nueva medalla dorada ante la presencia de los hermanos cofrades y autoridades asistentes.