«Conmemoramos el 532 aniversario del Milagro de la Lágrima, una fecha para agradecer a nuestro Dios cercano, compasivo, misericordioso. Él vive en medio de nuestro pueblo, en nuestra propia vida. Llora sufriente con nuestro dolor y emocionado con nuestras alegrías (...). Os invitamos a peregrinar de un modo especial en este tiempo especial, a una peregrinación interior. Buscad a Dios, buscad el rostro de Cristo, caminad hacia el que os busca, en la situación en que estéis. Una peregrinación en familia, cualquier día, ahora que se acerca el buen tiempo, caminad juntos hacia el rostro de Cristo, mantened la tradición, la devoción la fe, la vida». Con este mensaje, la priora de las hermanas que custodian la Reliquia, Sor Aurora, insta a los alicantinos, en nombre de la comunidad de hermanas, a celebrar la Santa Faz.
Una tradición de más de cinco siglos que vivió este miércoles el aniversario del acontecimiento que se produjo el 17 de marzo de 1489, cuando en el barranco en cuyas proximidades se asienta el monasterio se celebraba una rogativa para que lloviera con el lienzo de Cristo traído de Roma. Cuenta la tradición que del rostro del Señor brotó una lágrima, dando paso días después a la implorada lluvia, episodio conocido como el Milagro de la Lágrima. El 17 de marzo de 1490 tuvo lugar la primera celebración oficial de la Peregrina, acontecimiento que, junto a los milagros que la Santa Faz fue realizando, tuvieron como consecuencia que el Rey Fernando II de Aragón otorgara a Alicante el título de Ciudad, que cumple 531 años.
El rector del santuario, José Luis Casanova, recordó que la gran fiesta de la Santa Faz es realmente cada 17 de marzo pero que se trasladó a la Pascua, que es cuando propiamente se celebra ahora la romería. Dado que los actos multitudinarios están prohibidos por las autoridades sanitarias a causa del covid, el capellán tiene claro que no habrá romería al uso, con miles de personas caminando el 15 de abril desde Alicante.
Sin embargo, la intención de la Iglesia es facilitar el próximo mes el máximo de horas de apertura del monasterio para que los devotos alicantinos puedan visitar la Reliquia con las necesarias medidas de seguridad «y que puedan encontrarse con ese rostro que más que nunca es de esperanza y fuerza. En este momento en que estamos han bajado los contagios pero aún no se ha superado la situación, aparte de que falta la recuperación de tantísima gente que está pasándolo mal por la pérdida de su trabajo. La Santa Faz da esperanza y fuerza para seguir el camino, es signo de fraternidad, que es lo que hace falta ahora, desterrar el individualismo por la colectividad, y la Santa Faz es un símbolo extraordinario de lo colectivo», dijo Casanova.
El monasterio reabrió el domingo al culto tras más de un mes cerrado por el brote de covid que afectó a nueve de las once hermanas de la orden Agustina que custodian la Reliquia. Sor Aurora admitió que «ha sido una situación un tanto especial para nosotras. Como comunidad ansiamos esa Peregrina pero lo primero y principal es mirar siempre a Cristo y desde ahí creo que también somos esa comunidad que atrae a esos peregrinos siempre a este lugar».