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Polémica carta de una madre de Alicante porque obligan a sus hijos a tomar el bocadillo en el aula

Los colegios han organizado de forma muy dispar el almuerzo, dentro en aulas ventiladas o fuera con distancias y vigilancia docente

Alumnas almorzando en el patio

La madre de dos alumnos de un colegio de Alicante han presentado una queja por escrito para reclamar que no se obligue a sus hijos a tomar el bocadillo de media mañana en el aula.

De entrada, destaca que sacó este curso a sus hijos del comedor escolar, por el temor a que se contagiaran de coronavirus durante la comida, y ahora se rebela porque si sus hijos quieren almorzar, deben hacerlo de todas formas en el aula.

En su escrito al centro escolar concreta que:

"Les escribo por tercera vez este curso, para pedirles que los niños tomen el almuerzo al aire libre, y no dentro de la clase".

"Quitarse la mascarilla dentro de la clase supone aumentar mucho el riesgo de transmisión del virus, y no veo ningún motivo que justifique esta práctica, que resulta absurda, innecesaria, y contraria a todos los protocolos de prevención de la transmisión de la enfermedad covid-19".    

"En vista de que han ignorado mi solicitud, en dos ocasiones ya, perfectamente fundada y cargada de razón, y que ni siquiera me han dado una contestación, les comunico que estoy considerando emprender medidas legales y dar difusión en la prensa de esta situación que está poniendo en riesgo la salud de mis hijos y mi familia".

"Dejaré claro en prensa que el colegio La Condomina no cumple con los protocolos de prevención de la transmisión del virus SARS COV2, por lo que están poniendo en riesgo la salud de los alumnos y sus familias, y que se niegan a corregir esta situación a pesar la mis reiteradas y fundadas solicitudes, y a pesar de haberse dado ya varios casos de contagio en al menos dos aulas en las últimas semanas".    

"Me reservo además el derecho a emprender medidas legales contra el colegio en caso de que alguno de mis hijos contraiga el virus en el mismo, reclamando los daños y perjuicios que correspondan, derivados de la enfermedad de mis hijos o de nuestra familia".    

"Me parece lamentable tener que llegar a estos términos con ustedes, cuando estoy pidiendo desde octubre una cosa muy sencilla, avalada por la ciencia, por el sentido común y por todos los protocolos contra la covid-19, y que se pone en práctica desde hace meses en los colegios de la zona".    

Firma la carta Carolina Sanz , como madre de dos alumnos en el centro y que especifica que es médico especialista en Pediatría.

El colegio

Desde el colegio le han respondido que debían hablar con la inspección educativa porque se han producido "cambios".

Añaden que el centro "está cumpliendo las instrucciones de principio de curso que nos facilitó consellería para esta situación, se realizó el Plan de Contingencia correspondiente que fue evaluado por una empresa externa (nombrada por consellería), por el Invassat y por la propia consellería, y fue aprobado en todo momento, ya que seguíamos todas las indicaciones que se nos habían indicado".

Que los niños y niñas "tienen un tiempo marcado para el almuerzo en el que una de las normas a seguir es que no pueden hablar mientras almuerzan", así como que "se les ha explicado muy bien que es porque no llevan puesta la mascarilla, al igual que ocurre mientras comen en el comedor escolar".

Añaden desde el colegio, en respuesta a esta madre, que "las aulas están en continúa renovación del aire, ya que ventanas y puerta permanecen continuamente abiertas, favoreciendo que esto ocurra".

Y puntualizan que "en los momentos que lo han realizado en el patio, se han puesto a jugar con los bocadillos en la mano y sin mascarilla, teniendo incluso contacto entre ellos".

Sobre los contagios que se han producido en el centro, aseguran que "han sido proporcionales a lo acontecido en toda la Comunidad Valenciana, hasta finales de enero no habíamos registrado prácticamente ningún caso, solo alguno aislado y siempre por contacto social de familiares externos al centro educativo".

Y que entienden su preocupación, que todos estamos "preocupados por toda esta situación nueva y extraña que nos está tocando vivir" y remitirán la petición "al Consejo Escolar, que es el órgano en el que se deben tomar los cambios de decisiones de los diferentes planes del centro, y según se acuerde se lo notificaremos enseguida".

Los purificadores de aire enviados por Educación especifican que " son tres que de momento" y "están destinados en las aulas donde los niños y niñas no llevan mascarilla".

Disparidad

Otros colegios consultados por este diario sobre el modo de proceder en estos casos, señalan que los más pequeños almuerzan en patio, porque en clase es difícil tenerlos cada uno en su sitio, pero que a partir de 4º de Primaria lo hacen en el aula con ventanas abiertas, cada uno en su sitio y filtro HEPA.

O bien al revés, los niños de Infantil en el aula y los de Primaria en el patio, como precisan en otro centro, con distancias para almorzar y sin intercambios de almuerzos, bajo la vigilancia de todo el profesorado.

E incluso los hay que concretan que intentaron organizar en un primer momento el almuerzo de los niños en el patio, al aire libre, pero que tras comprobar que era complicado evitar que se pasaran entre ellos el bocadillo, optaron, con el acuerdo de los padres en consejo escolar, que se tomaran el almuerzo en el aula, bien ventilada y minuciosamente higienizada a continuación.

Educación

Y a todo esto, ¿qué dice la Conselleria de Educación? A preguntas de este diario señalan que es una cuestión de gestión interna del propio centro, que debe cumplir el protocolo de prevención de casos que establece que los centros deben "reforzar la vigilancia a la hora del patio para garantizar la atención adecuada al alumnado".

Este protocolo no regula el almuerzo en el aula, pero tampoco lo impide. 

En lo que hace referencia al comedor escolar, permite a los Grupos de Convivencia Estable (GCE) comer en el aula y, por tanto, desde la conselleria ven "lógico que los centros interpreten que los GCE puedan también almorzar en el aula".

El protocolo también exige que durante el recreo se ventilen las aulas porque en un aula ventilada. "Con los niños sentados y separados a 1,5 metros de distancia, hay menos riesgo de que puedan quitarse durante 10 minutos la mascarilla para comerse el bocadillo que si lo hace en el patio, donde en movimiento es más difícil controlar las distancias y evitar que el alumnado comparta comida", concluyen desde el departamento que dirige el conseller, Vicent Marzà.

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