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Médicos crean una aplicación para anticiparse a los ingresos de una cuarta ola de coronavirus

El programa ha sido diseñado en el Hospital de Sant Joan y permite predecir las hospitalizaciones una semana antes para reorganizar mejor los recursos

Pacientes en la UCI y camas preparadas en el vestíbulo del hospital de Sant Joan. PILAR CORTÉS

La tercera ola de coronavirus ha pasado como un tsunami por los hospitales de la provincia, que han tenido que ir habilitando a marchas forzadas camas para ingresar a los enfermos de coronavirus, sobre todo en las Unidades de Cuidados Intensivos. Conocer con unos días de antelación qué numero de personas van a ingresar y así preparar los recursos necesarios de cara a que pueda llegar una cuarta ola de covid es ya posible gracias a una herramienta que han diseñado médicos del Hospital de Sant Joan y que han estado utilizando con bastante acierto durante la tercera ola de la pandemia.

El modelo predictivo utiliza la información que proporciona a diario el servicio de Microbiología del centro sanitario, donde se centralizan todos los resultados de las PCR y de los test de antígenos que se hacen en el departamento para diagnosticar la enfermedad. «Esta información incluye la edad de los pacientes y gracias a distintas publicaciones sabemos qué probabilidad de ingreso hay en función de la edad del enfermo y que esta suele ir aumentando a partir de los 50 años», explica Philip Wikman, médico del servicio de Medicina Interna del Hospital de Sant Joan.

Teniendo en cuenta que generalmente el empeoramiento de los enfermos, una vez se han infectado, se produce entre cinco y siete días más tarde, el modelo predictivo «es capaz de estimar qué ingresos se van a producir a siete días vista». Los datos del instituto de salud Carlos III indican que en la Comunidad Valenciana el 7,1% de las personas que se infectan de covid terminan en el hospital ingresadas y el 0,6% necesitan de cuidados intensivos para superar la enfermedad.

Durante lo peor de la pandemia, el Hospital de Sant Joan ha utilizado esta herramienta para ir planificando los espacios que iba a necesitar. Como el resto de centros sanitarios de la provincia, este hospital tuvo que habilitar camas en otros espacios distintos a las habitaciones, como salas de descanso de familiares, salas de espera o el salón de actos. También se llegaron a poner camas en el vestíbulo del hospital, aunque finalmente no fue necesario usarlas.

Camas preparadas en el vestíbulo del hospital de Sant Joan Pilar Cortés

Miles de datos

Philip Wikman explica que en la primera ola ya quisieron poner en marcha esta aplicación, en la que lo más complicado «ha sido programar miles de datos para poder hacer las estimaciones».

Aunque de momento la herramienta se ha mostrado muy útil tal, sus responsables no descartan mejorarla en un futuro, «por ejemplo incluyendo las comorbilidades del paciente o tratando de predecir cuántas altas diarias vamos a dar para así gestionar mejor los recursos», sostiene Wikman. También estudian poderla compartir con otros departamentos para que hagan uso de ella con sus propios datos de incidencia de casos.

La gerente del Hospital de Sant Joan, Beatriz Massa, valora muy positivamente el uso de este tipo de herramientas predictivas en el día a día del hospital. «La pandemia nos ha obligado a manejarnos en un contexto de incertidumbre para todo: cómo diagnosticar la enfermedad, cuál era su gravedad, las opciones de tratamiento... por lo que el desarrollo de un modelo predictivo que nos permita acotar esta incertidumbre en la gestión de los hospitales es muy válido» De esta forma, añade Massa, es posible «adecuar espacios, recursos humanos y materiales para no tener que dejar de destinarlos a otros pacientes y otras patologías antes de lo que se necesite realmente porque los ingresos lo requieran». Es una herramienta, concluye, «que da certidumbre y nos ayuda en la gestión de recursos materiales y humanos».

Según los datos de la Conselleria de Sanidad hay ingresadas en estos momentos por coronavirus 235 personas en la provincia de Alicante, de ellas 62 en las Unidades de Cuidados Intensivos. En lo peor de la tercera ola, los hospitales han llegado a soportar una presión de 1.850 enfermos ingresados con coronavirus.

Para hacer frente a esta avalancha de hospitalizaciones, las camas de UCI llegaron a multiplicarse en todos los hospitales de la provincia y en algunos casos se triplicaron. Para abordar este crecimiento se tuvo que recurrir a las zonas propias de Anestesiología, incluidos los quirófanos. Además, los hospitales aumentaron en 700 las camas de ingreso en distintos espacios.

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