La Policía Nacional y la Guardia Civil han interpuesto más de 160 actas de sanción en los controles de la movilidad para hacer cumplir las restricciones del cierre perimetral de la provincia en el arranque del Puente de San José. A ellas hay que sumar las de las policías locales de los municipios y las de la policía de la Generalitat por lo que el número final de denuncias será mayor. Es el caso de las dos multas que instruyeron agentes del municipio de Alicante a madrileños en un control en la avenida Pintor Pérez Gil, en la Playa de San Juan. Aunque el mal tiempo condiciona estas jornadas festivas, cientos de personas aprovecharon que por la mañana no llovió para acercarse a los paseos marítimos y sentarse en alguna terraza.
Volviendo a las denuncias, la Policía Nacional interpuso un total de 168 en los controles desplegados por toda la provincia para hacer cumplir las restricciones por el covid. De ellos 103 en la ciudad de Alicante (30 en la estación de autobuses a pasajeros por saltarse la prohibición de viajar sin justificación); 17 en Benidorm; 12 en Elche y 6 en Dénia. Este cuerpo de seguridad montó 75 dispositivos en la provincia, con la participación de 414 efectivos y especial vigilancia en estaciones de trenes y autobuses, zonas turísticas de segundas residencias, y controles aleatorios en los accesos y en el interior de las ciudades. Aparte de un detenido y otra treintena de multas por no llevar la obligada mascarilla, no hubo más incidencias destacables.
La Guardia Civil montó entre este viernes, día de San José, y la jornada de la víspera 32 dispositivos en toda la provincia. En los controles participaron 65 agentes, que interceptaron para su verificación a un millar de vehículos y a 1.229 personas, procediendo a instruir 23 denuncias por incumplimientos del estado de alarma y las resoluciones de la Generalitat Valenciana.
La Policía Local de Alicante interceptó a dos madrileños que se saltaron el cierre en Playa de San Juan
También la Policía Local de Alicante, que ha desplegado 450 agente para todo el Puente, interpuso 23 denuncias este viernes, de todo tipo de intervenciones, que se suman a las 21 del día anterior, cuando no hubo que intervenir en ningún botellón a causa del mal tiempo. De las multas del día de San José, 13 fueron por no llevar mascarilla, tres por grupos de personas, cuatro por perros en la arena de la playa y las dos de madrileños en un control perimetral en la Playa de San Juan. Los hosteleros consultados no percibieron una notable presencia de vecinos de otras comunidades, como ocurre en otros puentes, salvo un camarero que reconoció tener la reserva de un cliente de Madrid que tiene casa en la zona y que llegó hace dos días.
Porteros de urbanizaciones señalaron que los madrileños que tienen casa en sus fincas no han venido, porque sus persianas están bajadas, pero que hace meses llegaron muchos jubilados que se han quedado a vivir en sus segundas residencias. Un matrimonio de madrileños que afirmaba ser vecino de Alicante explicaba que ninguno de sus familiares ni amigos ha viajado por temor a las multas pero sobre todo por el mal tiempo ya que lo que quieren, cuando se desplazan a la provincia, es disfrutar del sol y la playa. Una familia cuya hija trabaja en Madrid apostilló que no ha venido a verles por el cierre perimetral pese a ser festivo también en la capital de España. Vehículos de la Policía Local recorrieron el paseo para vigilar la distancia interpersonal, que no se formaran grupos y controlar las mascarillas. Había quads por la arena.
Los hosteleros tienen reservas, aunque la lluvia causa anulaciones al poder usar solo un tercio de los interiores
Desde un restaurante de la playa explicaron que todo lo que tenían eran clientes habituales y que de cara a la Semana Santa todavía no hay muchas reservas. «La gente local se está moviendo muy bien. Ya había ganas». El presidente de la Asociación de Restaurantes de la Provincia de Alicante (ARA), César Anca, destacó que al ser el Día del Padre «la gente ha respondido, teníamos reservas. Un tercio de mesas en el interior es poner el caramelo en la boca y luego quitarlo porque no hemos podido aprovechar todo lo que hubiésemos querido. Es un día para llenar hasta arriba el interior, con un tercio ni cubres gastos. Los que tenemos terraza casi no hemos podido usarlas por el mal día. En un lugar como Alicante que vive de la temporalidad, de fiestas, de momentos determinados del año, se nos van escapando las oportunidades. Nos queda Semana Santa pero con restricciones y cierres perimetrales esa bala la perderemos también».
En Benidorm, el día de San José fue atípico. Aquellos que viajaron a la capital turística paseaban por primera línea o estaban en las terrazas abiertas. El sector hostelero afirmó que apenas tenían reservas, y que las mesas se iban llenando sobre la marcha pero «muy poco» porque el mal tiempo mantenía alejados a los clientes. La ciudad ha recibido a pocos turistas de otras comunidades, aunque sí hubo movimiento el jueves en los supermercados para llenar las neveras y visitantes llegados de municipios cercanos, como una familia de Alcoy que, con su maleta, iba a pasar estos días en la ciudad gracias al Bono Turístico.
En las playas de Elche y de Santa Pola apenas se notó gran actividad en el arranque del Puente. Incluso los ilicitanos, que son visitantes habituales de la costa, se echaron para atrás por el frío que apenas invitaba a acercarse a la playa, algo que era frecuente otros años. La Policía Local no detectó visitantes de otras comunidades, solo un par de casos aislados, aunque tampoco se están realizando controles exhaustivos.
En cambio, las terrazas de Elche estuvieron muy animadas pese a que la inestabilidad atmosférica juega en contra de los restauradores, que han tenido que anular algunas reservas por la previsión de lluvia. «Hemos tenido muchas llamadas la semana pasada, con reservas de adelanto, que se han anulado a medida que se acercaba el puente», explicaba un restaurador. La principal novedad es la retirada de la valla del entorno del Mercado, lo que anima a acercarse a estas terrazas, prácticamente ocultas hasta ahora.
El mal tiempo y los férreos controles policiales para evitar el incumplimiento del cierre perimetral de la Comunidad han desanimado a quienes tuvieran pensado ir a su segunda residencia en la costa de la Vega Baja. Las persianas siguen bajadas en las viviendas residenciales que abundan en ciudades como Torrevieja. No ha habido éxodo a las playas de la comarca ni de madrileños, ni de vascos, ni de castellano-manchegos, los que copan la mayoría de inmuebles de segunda residencia, junto a los murcianos, en la Vega Baja. Los paseos y las terrazas dejaban ayer una imagen desangelada, nada habitual en un Puente de San José. Extranjeros residentes en los municipios de la comarca, fueron los más habituales en los establecimientos hosteleros que ayer abrieron con la esperanza de poder hacer buena caja. Sin embargo, hubo pocas reservas en los restaurantes. El día nublado, con amenaza de lluvia, y unas temperaturas que apenas superaron los 15 grados, no fueron tampoco un aliado para llenar las playas, que quedaron vacías, en una imagen poco habitual para un festivo a estas alturas del mes de marzo. En la comarca hay pocos establecimientos hoteleros, y alguno permanece aún cerrado por la poca demanda de reservas.
Dado que cayeron precipitaciones de nieve en la montaña (Aitana se veía ayer desde Alicante con manto blanco entre la nubosidad) muchos se quedaron con las ganas de subir a las zonas nevadas. Por si acaso, la dirección del parque natural de la Font Roja cortó la carretera de acceso para evitar aglomeraciones, con la excusa de las placas de hielo.
