El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alicante, Manuel Villar, ha entregado los diplomas acreditativos de haber participado en el proyecto municipal de educación ambiental “La Escuela Sostenible” al alumnado de los institutos IES Gran Vía y Jaime II, así como del colegio Juan Bautista Llorca de Villafranqueza.

Villar destaca en su visita a los centros “la importancia de desarrollar un programa integral de sostenibilidad en los centros escolares, que permita a la comunidad educativa adquirir hábitos que contribuyan a la mejora del medio ambiente”.

Explicado además que “el objetivo general del proyecto es iniciar un programa integral de educación ambiental en el centro escolar enfocado a dar a conocer, implantar y fomentar principios de desarrollo sostenible, a través del mecanismo que supone su implantación en el propio centro escolar”.

Los últimos años este proyecto se ha flexibilizado, tendiendo a simplificar los procesos como el de la auditoría ambiental y, por otra parte, incidiendo más en la labor del comité ambiental (comunidad educativa) y en el plan de acción del centro escolar.

Fases

El proyecto ‘"La Escuela Sostenible" se desarrollado por fases.

La primera, de implantación, consiste en la creación del Comité ambiental, que implique a la comunidad educativa: equipo docente, alumnado, AMPA.

El objetivo es "definir funciones, impulsar la participación, áreas de actuación, objetivos, entre otras acciones".

En segundo lugar se lleva a cabo la auditoría ambiental para conocer la realidad y establecer prioridades para la mejora medioambiental del colegio a nivel estructural y ambiental (agua, residuos...).

Este trabajo termina con unas conclusiones y la selección de las áreas de actuación (plan de acción) con las actividades.

El plan de acción contempla las acciones e iniciativas a desarrollar en el colegio, objetivos y propuestas de actuación, evaluar y aprobar propuestas que sean más consecuentes con la situación del centro, las actividades formativas, según el área de actuación (residuos, agua, energía, ruido...).

También se plantea para medir el proceso un sistema de indicadores ambientales, como el compromiso y participación de la comunidad educativa, el impacto sobre las personas y la comunidad (conductas y cambios de hábitos, valores,…) y el impacto ambiental, tanto en el entorno como en el propio colegio.

El proyecto culmina con la elaboración de una guía de buenas prácticas, el análisis de resultados y la memoria o informe final.