El aeropuerto de Alicante-Elche celebra hoy el décimo aniversario de la puesta en marcha de la actual terminal de pasajeros. Para conmemorar este día, trabajadores del aeropuerto alicantino se han colocado en formación para recrear un número 10 ubicado en la plataforma de estacionamiento de aeronaves. El 24 de marzo de 2011, hace hoy una década, se ponía en marcha una completa renovación de las instalaciones aeroportuarias que incluía, además de una nueva terminal, un nuevo edificio de aparcamientos, nuevos viales y accesos, una nueva central eléctrica, la construcción de una planta termo frigorífica y la ampliación de la plataforma de estacionamiento de aeronaves. Todo ello permitió que el aeropuerto de Alicante-Elche, cuya apertura se remonta al año 1967, alcanzara su récord de viajeros en 2019 superando los 15 millones de pasajeros.
Personal de Aena, compañías aéreas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y multitud de empresas que desarrollan su labor en el recinto aeroportuario han querido formar parte de este simbólico 10, que se ha formado cumpliendo todas las medidas frene al covid. Esta iniciativa pretende recordar que, a pesar de la actual situación marcada por la pandemia, el Aeropuerto de Alicante-Elche presta un servicio esencial en su entorno y es una infraestructura clave en la dinamización económica y social de la provincia de Alicante y toda su área de influencia.
La nueva terminal del aeropuerto de Alicante-Elche abrió al tráfico el 24 de marzo de 2011 y supuso la culminación del Plan Levante, impulsado por el Ministerio de Fomento (entonces denominado así) y Aena para llevar a cabo una completa renovación y modernización de las instalaciones aeroportuarias cuyos inicios se remontan al 4 de mayo de 1967.
Con una inversión de más de 600 millones de euros, el Plan Levante se llevó a cabo entre 2004 y 2011 y además de una nueva terminal de pasajeros también incluyó un nuevo edificio aparcamiento, nuevos viales y accesos, una nueva central eléctrica y la ampliación de la plataforma de estacionamiento de aeronaves, entre otras actuaciones e instalaciones.
La nueva terminal cambió por completo la fisonomía del aeropuerto alicantino, además de por sus dimensiones, debido a su singular arquitectura, obra del norteamericano Bruce Fairbanks, en la que destacan 40 cúpulas de 36 x 36 metros cada una. La nueva terminal duplicó la capacidad operativa de las antiguas instalaciones, con una superficie total de 333.500 m2, 26 puertas de embarque, 16 pasarelas de conexión al avión y 16 cintas de recogidas de equipajes.
Entre las nuevas instalaciones destacaba un moderno Sistema Automático de Tratamiento de Equipajes, que utilizaba un innovador sistema de bandejas individuales para cada equipaje equipadas con un chip RFID (Identificación por radiofrecuencia) que garantizaba su trazabilidad, así como una inspección del 100% del equipaje.
En cuanto al campo de vuelo, la ampliación de la plataforma de estacionamiento de aeronaves permitió pasar de 225.000 m2 a los 439.000 m2 lo que supuso ampliar los posicionamientos de 36 a 46 posiciones.
