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La Audiencia valida las condenas a grafiteros reconocidos por sus firmas

Un tribunal confirma la sentencia contra cuatro jóvenes por un delito contra el patrimonio tras las pintadas en una torre del siglo XVI de Playa de San Juan - El fallo les impone una multa de 1.080 euros y el pago de otros 507 por los daños

Pintadas en la Torre Conde de Playa de San Juan, en una fotografía de archivo. RAFA ARJONES

La Audiencia Provincial ha validado la condena a cuatro grafiteros por los daños causados a una de las Torres de la Huerta en la playa de San Juan de Alicante, según la sentencia hecha pública ayer por el Tribunal Superior de Justicia. La Torre Conde data del siglo XVII y está declarada como Bien de Interés Cultural por la Generalitat Valenciana. A pesar de esta protección, los grafiteros sprays en mano entraron en la finca de titularidad privada y estamparon sus firmas en los muros de la fortificación. Las pruebas caligráficas que hicieron conjuntamente la Policía Local y la Policía Nacional sirvieron para que un juzgado de lo Penal les condenara y la Audiencia ahora ha confirmado la validez de estos informes como prueba. El fallo les impone una multa de 1.080 euros por un delito contra el patrimonio histórico y les obliga a indemnizar con 507 euros a la mercantil Viviendas del Mediterráneo, propietaria de la finca, por los desperfectos.

Los hechos ocurrieron en junio de 2016 cuando un grupo de grafiteros rompió la valla perimetral de la finca para estampar su firma en los muros de piedra caliza de la construcción. Los daños se estimaron pericialmente en 507 euros, ya que la empresa tuvo que contratar una serie de trabajos para intentar dejar las paredes con su aspecto original. Avispado, Torero, Rana, Triqui, Birras, Culebras y Largo fueron las firmas o nombres artísticos que estamparon con pinturas de distintos colores en las paredes del monumento. La Policía informó en su día que los ahora condenados se jactaron en las redes sociales de las pintadas. De hecho, los informes periciales se basaron en comparar los grafitis de sus publicaciones con los de la torre. Los expertos concluían que eran de la misma persona. Un juzgado de lo Penal de Alicante les condenó y los acusados apelaron la sentencia ante la Audiencia al cuestionar que los informes caligráficos que hicieron las Fuerzas de Seguridad hayan sido la principal prueba. La Audiencia ha desestimado los recursos de los cuatro y confirmado la resolución.

«Se trata de peritos especializados en la actividad de los grafiteros, dado que la misma causa no pocos perjuicios a múltiples personas», explica la Sección Tercera de la Audiencia para defender las validez de las conclusiones de estos expertos. En este sentido, razona que «los testigos han explicado de manera minuciosa» de qué manera llegaron a conocer la identidad de uno de los acusados que cuestionó los informes en el recurso, «de qué grafitis se reconocía autor en las redes sociales o incluso lo presentaban como tal algunos amigos. De todo ello hay constancia sobrada en las actuaciones y a partir de ahí se realizó una labor pericial que no ha sido contradicha con un mínimo de fundamento por parte de la defensa». Se da la circunstancia de que dos de los acusados se habían adherido al recurso a pesar de que en el juicio llegaron a admitir que fueron cada uno de ellos individualmente haber ido a pintar a la Torre.

Un baluarte de la huerta alicantina

La Torre Conde es un baluarte de la huerta alicantina que data del siglo XVII y la Conselleria de Cultura la declaró bien de interés cultural en 1997. Formaba parte de un conjunto de edificaciones para proteger la zona de la huerta de incursiones de piratas berberiscos. Fue una de las primeras en ser restauradas, después de que los terrenos fueran adquiridos por una mercantil ligada a Enrique Ortiz, pero ha seguido siendo objeto de actos vandálicos desde entonces.

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